Son más de 20 toxinas marinas, las denominadas iminas cíclicas, que se dividen en tres grupos y varios subgrupos. Son "emergentes", de reciente aparición, y aún no están legisladas en la normativa comunitaria.Su toxicidad para el ser humano no es "aguda", como ocurre con las que afectan mayoritariamente a los cultivos de moluscos en las rías gallegas –la paralizante y la diarreica, ASP y DSP– aunque sí ofrecen toxicidad "crónica", a largo plazo.

Ayer, tales biotoxinas centraron una reunión organizada por la patronal conservera Anfaco Cecopesca y que tuvo como objetivo mostrar a la comunidad científica implicada en el estudio de las biotoxinas marinas y al sector afectado un método desarrollado en el CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica) para su detección rápida, en solo dos o tres horas.

La técnica de detección mostrada ayer en Vigo, según explicó a este diario Ana Cabado, responsable del área de Microbiología y Toxinas de Anfaco Cecopesca, está basado en el mecanismo de acción biológica. "De rutina no se aplica porque no están legisladas. Por el método químico, al no haber patrones de todas, no se pueden detectar. Europa tendrá que manifestarse pero no está previsto que se legisle hasta que se conozca bien su toxicología", señala Cabado. Refiere, además, que "hay partidarios de legislarlas y otros, al no producir toxicidad aguda, no son partidarios".

La científica, explica que tales toxinas están en el medio marino y que en los ensayos biológicos causan la muerte del ratón aunque señala que no hay motivo de alarma.

Tales toxinas, que habían aparecido en Canadá en 1990 fueron detectadas en Galicia hace cuatro o cinco años, por un trabajo en laboratorio de biotoxinas marinas del profesor Luis Botana de la Universidad de Santiago.

El taller de ayer en Vigo se enmarca en el proyecto europeo "Desarrollo de métodos para la detección de nuevas toxinas aparecidas en el área Atlántica" Atlantox" en el que participa Anfaco y cuyos socios se reúnen en Vigo.