La Xunta mantiene su compromiso de rescate económico para Factoría Naval, pero ante el nuevo escenario al que obliga la entrada del astillero en suspensión de pagos ya estudia opciones que, al menos, garanticen la supervivencia de las auxiliares. El conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, lo indicó así ayer: "Estamos viendo la posibilidad de, si no se levanta el concurso, financiar a los proveedores de alguna manera". Todo ante las extremas dificultades que tendrían que afrontar algunas de estas 390 firmas, a las que la empresa marinense adeuda 57 millones de euros.

Dejando claro que la propuesta del Gobierno de Galicia (un préstamo participativo de 4 millones y un aval de otros 13) sigue sobre la mesa, el titular de este departamento autonómico apunta: "Queremos que Factoría Naval salga adelante y, si no pudiera, desde luego vamos a ayudar en la medida de lo posible a la industria auxiliar porque sabemos de su importancia". Guerra explicó ayer en Pontevedra, antes de participar en la puesta en marcha la primera oficina provincial de comercio, que una de las opciones barajadas en caso de que el astillero cese definitivamente su actividad es destinar aquel aval a las firmas satélite. Una idea con la que se perseguiría que el total de éstas "pueda seguir y tenga capacidad financiera".

De todas maneras, Guerra asegura que la Xunta únicamente baraja poner en práctica esa idea si el arreglo económico en Factoría Naval se acaba frustrando. El conselleiro recuerda que, una vez en proceso concursal, "el gran problema" para lograr la persistencia de la empresa "es la finalización de los dos barcos, que permitía mover el astillero".

Ése parece haber sido el principal objetivo de la Xunta los últimos días, el de tratar de facilitar que el armador danés Esvagst mantenga el pedido de esos dos buques X-bow que encargó para una naviera noruega. "Hemos hecho infinidad de gestiones con la aseguradora para que prestase ayuda para hacer estos barcos, los famosos barcos que son ahora el objeto del problema básicamente", defiende, al tiempo que reconoce como "desde la Xunta no se esperaba que llegase esta situación".

El dinero que debe Factoría Naval a esos casi cuatro centenares de proveedores dejaría en entredicho la continuidad de algunas de ellas si finalmente el astillero no superase con éxito el concurso de acreedores. De ahí que la Xunta aborde ya ese plan de ayuda, ya que de esas auxiliares dependen centenares de empleos en la provincia.