Volvoreta SA, la empresa de la diseñadora Kina Fernández, ha trasladado una pequeña parte de su producción a Portugal, según reconoció ayer María Álvarez, la hija de la empresaria y también diseñadora de la firma a quien su madre presentó en el desfile del domingo de Madrid Cibeles Fashion Week como su heredera. Álvarez ya ejerció como portavoz de la empresa en la reunión que su padre y gerente de Volvoreta, José Álvarez, convocó con la plantilla hace dos semanas para anunciarle la declaración de suspensión de pagos y la próxima presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para más de la mitad de las trabajadoras.

La diseñadora detalló ayer, durante una entrevista en Radio Coruña que Volvoreta SA pretende despedir a unas 26 empleadas de las 40 que tiene actualmente, aunque en realidad "lo óptimo" sería quedarse con tan sólo quince.

La compañía se declaró en concurso de acreedores tras acumular al menos una deuda de 2,6 millones de euros y acusar una reducción de las ventas superior al 20%.

María Álvarez recalcó ayer que fue la deuda con las trabajadoras –más de 144.000 euros en pagas extraordinarias pendientes– lo que llevó a la sociedad a solicitar la suspensión de pagos. Volvoreta SA negociaba desde hace casi un año con cuatro entidades financieras para obtener un crédito de 1,7 millones de euros, pero pese a que el Instituto Galego de Promoción Económica le concedió un aval de casi 1,2 millones, la negociación fracasó en el último momento.

La empresa todavía no ha hecho públicas sus cuentas de 2009, aunque el ejercicio anterior lo cerró con 600.000 euros de pérdidas.

María Álvarez criticó la regulación comercial que existe en Europa y que eleva los costes a las empresas que quieren mantener una producción en su país de origen. "Implica un esfuerzo económico muy grande y por eso mucha gente se ha ido a fabricar fuera", comentó.