La mayor y más agresiva guerra del pasivo declarada en 2008 por bancos y cajas en la última década ha provocado que todo el ahorro depositado el pasado año en las entidades financieras por las familias y empresas gallegas haya ido a parar a los depósitos a plazo. Fue el producto de ahorro más en boga durante ese ejercicio, pero ha perdido brillo en 2009 con la bajada de los tipos de interés. En 2008, todas las entidades desataron un feroz combate por captar el ahorro de sus clientes y el de sus competidoras. Bancos y cajas se afanaron por ganar liquidez, en un contexto en el que los mercados mayoristas de financiación estaban cerrados. Esta necesidad de dinero fresco provocó que las ofertas por los depósitos a plazo se disparasen hasta rentabilidades por encima del 6% y que en algunos casos llegasen al 11%. Habría que remontarse a finales de la década de los noventa para encontrar unas ofertas mejores.

Todos los inversores (pequeños, medianos y grandes) las aprovecharon y como consecuencia, el importe que los gallegos tenían en depósitos a plazo a finales de 2008 alcanzó cotas históricas: 28.080 millones de euros, tras incrementarse esta cifra en un 25% con respecto al pasado año. En ningún otro ejercicio desde 1986 -hasta donde llegan las series estadísticas del Banco de España-, se había producido un aumento tan notable en los depósitos a plazo.

Como en los últimos años, el capital que los gallegos poseían en 2008 en el conjunto de depósitos (cuentas corrientes, cartillas de ahorro y plazos fijos) se incrementó hasta alcanzar los 48.002 millones, un 11% más que en 2007, cuando la subida había sido del 12%. Pero si en anteriores ejercicios el aumento del ahorro en depósitos a plazo fijo iba acompañado también de un incremento en las cuentas corrientes y de ahorro, por primera vez, los gallegos sacaron dinero de estos dos productos para invertirlo en depósitos a plazo.

5.000 millones más

El ahorro que las familias y las empresas de la comunidad habían depositado en las entidades financieras hasta el pasado 31 de diciembre aumentó en 5.085 millones con respecto al año anterior. Ante las pérdidas constantes en la Bolsa y las elevadas rentabilidades de los depósitos a plazo toda esta cantidad se invirtió en estos productos, que crecieron en 5.588 millones. Los 500 millones que faltan salieron de las cuentas corrientes y de ahorro, que por primera vez vieron reducida su cuantía. El importe en las primeras cayó un 5% (416 millones) y en las segundas, un 0,7% (85 millones). El importe que los inversores gallegos tenían en depósitos a plazo representa el 58% del total del ahorro, siete puntos más que en el anterior ejercicio. Por entidades, el 56% estaba depositado en cajas de ahorro (27.166 millones); el 42% en bancos (20.474) y el 2% en cooperativas de crédito (363).

Un año más, los coruñeses vuelven a ser los gallegos que más dinero poseen en depósitos: 20.519 millones, casi la mitad del total (43%, un punto más que hace un año); les siguen los pontevedreses con 14.651; los lucenses con 6.434 y los ourensanos con 6.399. Los aumentos, con respecto al año anterior, van desde el 9% de A Coruña al 14% de Pontevedra.

A Coruña vuelve a ser también la provincia cuyo importe en depósitos a plazo contratados es más elevado: 11.753 millones; un 24% más que hace un año y un 42% del total gallego. Los pontevedreses vuelven a ser los segundos con 8.293 millones (un 23% más que en 2007); los ourensanos, terceros con 4.028 (un 25% más) y los lucenses, cuartos con 4.007, (un 28% más). En cambio, en todas las provincias, el importe en cuentas corrientes y cuentas de ahorro disminuyó con respecto a 2007. Las primeras cayeron un 12% en A Coruña; un 10% en Lugo y Pontevedra, y un 7% en Ourense, mientras que las segundas bajaron entre el 0,1% de Pontevedra y el 8% de Lugo.

El ahorro ingresado por familias y empresas españolas en cuentas bancarias y depósitos cayó en enero por primera vez. Cada día de ese mes, los clientes retiraron de las cajas de ahorros más de 219 millones de euros. La Caixa fue la más afectada, mientras que Caja Castilla-La Mancha, intervenida el pasado domingo, se dejó 300 millones.