Las estaciones de servicio gallegas han sido abastecidas en las últimas horas después de una fuerte demanda durante el fin de semana y el lunes por parte de conductores temerosos ante el paro en el sector de los transportes, lo que dejó algunas gasolineras sin carburante, y en A Coruña algunos transportistas han recibido amenazas por parte de piquetes.

El presidente de la Asociación de estaciones de servicio de la provincia de Pontevedra, Alfonso Varela, indicó a Efe que la situación se ha recuperado en las últimas horas "a pesar de que algunas -gasolineras- se quedaron vacías el domingo por la noche".

Varela indicó que "no hay sensación alguna de que no se distribuya carburante" y apuntó que hasta el momento no ha habido problemas para repostar las gasolineras de la provincia. En Ourense, fuentes de la Asociación provincial de estaciones de servicio indicaron que tampoco ha habido problemas de suministro y que actualmente "se están abasteciendo".

Añadieron que en los últimos días hubo "más demanda de la prevista", que cifraron en hasta un 50 por ciento superior a la habitual, lo que generó algunos problemas de escasez, aunque precisaron los transportistas han servido carburante el domingo y el lunes sin inconvenientes mayores.

En Lugo, fuentes de la Asociación de empresario señalaron que todavía no hay problemas mayores de abastecimiento, aunque apuntaron que si se mantiene el paro podría tener graves repercusiones.

En A Coruña, la Asociación provincial de estaciones de servicio está intentando efectuar una recuento de la situación, ante el temor de que algunas gasolineras hayan podido quedar desabastecidas.

El presidente de la citada asociación, José Luis Pernas, indicó a Efe que han recibido denuncias por parte de algunas empresas de que grupos de piquetes "han amenazado" con tomar represalias contra las empresas que abastecen carburante en caso de proceder a distribuir.

Fuentes de esa entidad indicaron que algunos camioneros han preferido mantenerse sin trabajar ante el temor a que sus vehículos puedan ser objeto de agresiones.