En un contexto de debilidad de la actividad y todavía con incertidumbre sobre las consecuencias de la crisis financiera, la escalada de los precios, con la energía y los alimentos a la cabeza, se ha convertido en el problema más urgente para las autoridades económicas del área.

De manera excepcional, la reunión del Eurogrupo tendrá lugar en Fráncfort (Alemania), con motivo de las celebraciones por el décimo aniversario del Banco Central Europeo (BCE).

Los ministros viajarán después a Luxemburgo, para celebrar el quincuagésimo aniversario del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y asistir el martes al encuentro del Ecofin (ministros de Finanzas de los Veintisiete).

La discusión de mañana se centrará en la evolución de los precios, sus causas y consecuencias, y en las medidas para hacer frente a la subida.

Los últimos datos muestran que la inflación, empujada por el imparable ascenso del crudo y otras materias primas, sigue sin recular (en la eurozona, acumuló un avance hasta mayo del 3,6%, con tasas muy superiores en algunos Estados miembros), lo que aviva el temor a los efectos "de segunda ronda" y aleja cada vez más una hipotética bajada de los tipos de interés.

En este escenario, se extienden por Europa las protestas de los sectores más afectados por el encarecimiento de los combustibles, que piden ayudas para hacer frente a la subida, y surgen divisiones entre los Veintisiete sobre la mejor manera de responder al problema.

Aunque no está formalmente en la agenda de las reuniones, los ministros podrían debatir la propuesta del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de rebajar el IVA de los carburantes cuando el precio del crudo supere un determinado umbral.

Tanto la Comisión Europea como varios Gobiernos europeos, entre ellos el español, rechazan este planteamiento, recordando el compromiso de 2005 de no responder a las subidas del petróleo con rebajas fiscales.

Según el acuerdo adoptado en Manchester ese año, la UE sólo admitiría ayudas puntuales y limitadas en el tiempo a los colectivos más desfavorecidos.

También en el ámbito de los precios, pero en este caso de los alimentos, el Ecofin prevé un debate sobre los factores que están detrás de la subida y sobre las medidas, a corto y largo plazo, tanto en la UE como a nivel mundial, para combatirla.

Según el borrador del texto que discutirán los ministros, el encarecimiento de los alimentos se debe, sobre todo, al aumento de la demanda global, la subida del crudo, el auge de los biocombustibles y las condiciones climatológicas.

Apuesta por adecuar mejor la producción agrícola comunitaria a la demanda, así como por impulsar la productividad del sector agrario y evaluar cuidadosamente las consecuencias del desarrollo de los biocombustibles.

En el contexto internacional, aboga por concluir la ronda de liberalización comercial de Doha y por ofrecer asistencia a los países más castigados por la crisis alimentaria.

El martes, los Veintisiete también aprobarán el cierre de los procedimientos por déficit excesivo contra Portugal, Italia, la República Checa y Eslovaquia, tras constatar que han logrado situar sus finanzas públicas dentro de los límites que marca el Pacto de Estabilidad.

Examinarán, asimismo, la propuesta de la Comisión Europea y el BCE de adhesión de Eslovaquia a la zona euro a partir del próximo 1 de enero.

La cuestión tiene que recibir el visto bueno de los Jefes de Estado y de Gobierno, antes de la aprobación definitiva por el Ecofin.