Bien saliendo desde el banquillo o como titular, la presencia de Marcos Álvarez en el once granate es bastante habitual. La confianza entre el extremo y Luisito es mutua y por ello Álvarez no duda en dar la cara por su entrenador y confía en que el equipo pueda remontar el vuelo gracias al trabajo que todos están realizando este año.
-¿Cómo está el equipo después de tres partidos en una semana y todo el ruido en torno a la figura del entrenador que está habiendo?
- Lógicamente es un ambiente un poco diferente por todo lo que pasó. Pero a nosotros no nos queda otra que seguir, evidentemente todos esperábamos estar un poco más arriba pero eso no ha pasado y ahora hay que sacarlo todo adelante. La semana pasada fue muy dura y ahora es necesario este descanso (ayer no entrenaron), sobre todo de cabeza para descansar un poco y volver ya con las pilas cargadas.
- ¿Realmente llegaron ustedes a temer los jugadores que Luisito se iba?
- Yo personalmente es verdad que lo notaba fastidiado. Hace mucho tiempo que lo conozco y lo veía afectado, está sufriendo porque ve que tenemos calidad para más. Yo creo que todos los jugadores queríamos que se quedase, eso sin duda, la presidenta y el consejo también querían. Nadie quiere que se vaya porque todo el mundo sabe lo que trabaja y cómo lo hace. Esto lo vamos a sacar con él y lo vamos a hacer bien porque Luisito se lo merece y todos nosotros también. El Pontevedra, con el trabajo que estamos haciendo, va a estar más arriba.
-¿Cómo fue ese viaje de vuelta en autobús desde Talavera?
- Ya el viaje de por sí era largo y aún se hizo más por las circunstancias que había. Vas callado y tratando de pasarlo como puedes. Es verdad que se trató de hablar con él para que se quedase, para que recapacitase. Fue un viaje complicado pero gracias a Dios él sigue y ahora debemos volver a cargar las pilas otra vez.
- Si alguien en la plantilla es una voz autorizada para hablar de Luisito en los momentos complicados es usted. Los dos vivieron un descenso juntos en Ferrol.
- La situación es totalmente distinta. Cuando Luis llegó a Ferrol nosotros estábamos muy mal, ya se veía que íbamos en declive. Aquí las sensaciones ya en el campo no son para nada parecidas. Es cierto que esta semana se incrementó la preocupación porque fueron muchos partidos muy juntos que en los que los minutos finales castigaron al equipo, pero este Pontevedra es un equipo mucho más asentando. Es verdad que sufrimos y hay que mejorar muchas cosas, pero con el paso de los partidos vamos a estar mejor.
- ¿Qué supondría para ustedes que realmente se produjese un relevo en el banquillo?
- Si te digo la verdad, yo ni lo pienso. Yo si estoy aquí en el Pontevedra es por Luisito, él me llamó y, como lo conozco, sé lo que hace y cómo trabaja. No me imagino acabar aquí el año sin él, quiere estar igual toda la temporada aquí. No me imagino con otro entrenador en el Pontevedra y espero que aguante aquí toda la temporada y que sea para que vayan muy bien las cosas.
- Luisito se echa toda la responsabilidad encima. ¿Qué parte de culpa tienen ustedes los jugadores en esta situación?
- Mucha también. El entrenador trabaja muchísimo, igual que nosotros, pero a veces el trabajo que hacemos no llega y fallan otras cosas. Somos un equipo y cada uno tiene su parte de responsabilidad, jugadores y cuerpo técnico. Pero también somos los primeros en querer sacar esto adelante y hay calidad de sobra para hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo. Veo a mis compañeros entrenando todos los días y tengo la convicción de que esto va a ir para arriba.
