- El pasado fue un año muy bueno. Incluso mejor de lo esperado.
- Me esperaba que fuese muy bueno. Sabía que había un gran grupo y la gente tenía ilusión en el equipo. Al final hicimos una comunión entre plantilla, cuerpo técnico, directiva y afición muy buena. Remar todos en la misma dirección hace que un equipo sea grande, pese a no tener tantos nombres.
- ¿Qué espera que suceda cuando vuelva a Pasarón como rival?
- Habrá de todo, como en todos los sitios. Yo tendré que defender mi camiseta y mi equipo lo mejor posible. Como el año pasado hice con la granate. Cada uno piensa en hacer lo mejor posible su trabajo. Ahora estoy en una empresa diferente.
- ¿Le ha quedado alguna espina clavada con el Pontevedra?
- Bueno, al final la eliminación contra el Murcia nos fastidió a todos. Llevábamos diez meses entrenando. Es mucho sacrificio para que en 180 minutos se decida todo. Y a nosotros nos pesó una mala media hora. Si pasa eso contra un equipo de tanta calidad, no te perdona. Pero no había tanta desigualdad como el marcador indicó en casa. Ellos eran mejores que nosotros, pero teníamos posibilidades de pasar. Confiábamos.
- ¿Cómo está viendo al Pontevedra para el próximo curso?
- Creo que mantiene una base muy buena. Y los fichajes son importantes. Hay gente con calidad, con experiencia y envergadura. Adrián León y Carlos Ramos, amigos míos, me llamaron y les hablé muy bien del club. Va a estar luchando por los puestos de arriba y ojalá le vaya lo mejor posible y se pueda ver en play off.
