Independientemente de a qué categoría se produzca, un ascenso siempre se escribe con letras doradas en el libro de la historia de un equipo de fútbol. Hoy el Pontevedra rememora la última efemérides de la que poder estar orgulloso cuando se cumplen 365 días del sufrido retorno a Segunda B.
Fue una temporada llena de tensión y sufrimiento en la que el exigente objetivo impuesto por la directiva era tan claro como que no valía nada que no fuese quedar primeros en la liga y conseguir el ansiado ascenso. Y se logró.
Se consiguió con sufrimiento, con sangre, sudor y lágrimas de una afición acostumbrada a sufrir y que por momentos incluso llegó a dudar de que el sueño era posible al verse obligado a remontar eliminatoria tras eliminatoria después de una fase de ascenso muy accidentada que sucedió a una liga en la que no hubo rival.
Atrás quedaron dos eliminatorias muy diferentes en las que Pontevedra lloró con un abarrotado estadio municipal de Pasarón una de las injusticias arbitrales más sonadas en la capital del Lérez en los últimos años como fue el cruce ante el Mensajero. El equipo tuvo que reponerse al duro mazazo que supuso la pérdida de ese primer match ball y lo hizo nuevamente con el suspense de las mejores películas americanas, con remontada tras derrota en campo visitante y prórroga ante el Manzanares.
Otra vez a dos pasos de la gloria el Haro se presentó como el último muro a superar y el Pontevedra volvió a caer en el encuentro de ida para revestir la ocasión definitiva con otro halo de épica. La ciudad se supo vestir para la ocasión, la esperanza de que esta vez sí era posible se apoderó de pontevedreses y simpatizantes del equipo que preside Lupe Murillo y Pasarón volvió a colgar el cartel de "no hay entradas" para repetir de nuevo la remontada.
Luisito alineó un once formado por Edu; Adrián, Anxo, Campillo, Capi; Kevin Presa, Jacobo, Miguel Centrón, Tubo; Jorge Rodríguez y Pablo Carnero. Y el encuentro arrancó con sufrimiento en forma de un susto descomunal del Haro que obligó a Edu a ser el primer héroe de ese trabajado ascenso. Lo demás ya forma parte de la reciente historia del club. Tres goles (a cada cual más celebrado) anotados por Jorge Rodríguez por partida doble y por Kevin Presa. Un año después el equipo mantiene en nómina a ocho jugadores de esa plantilla de cara a la 2016-2017, si bien Tomás Abelleira y Kevin Presa tienen muchas papeletas para hacer las maletas.
Estos días parecen estar rodeados de recuerdos en el seno granate pues mañana 27 de junio, se conmemora el aniversario del otro gran ascenso de los últimos años. Este, ascenso con mayúsculas, al suponer el salto a Segunda División en el año 2004.
Los caprichos del fútbol han querido extender lazos entre estos dos acontecimientos de la historia del club del Hai que Roelo!, ya no solo por la coincidencia de fechas sino porque en ambas ocasiones la victoria se cimentó tras llegar con empate a cero al descanso, marcar tres tantos en la segunda parte en la portería del fondo Norte y siendo dos de ellos anotados por un jugador que lleva el apellido "Rodríguez" en su camiseta.
