No pudo ser. El Cisne se complica la vida al tropezar en casa ante un contundente Amenábar que llegaba a Pontevedra anclado en la última posición, pero que fue superior en el tramo final del encuentro para remontar el partido y llevarse los dos puntos.
El choque estuvo igualado en los primeros compases, con ambos equipos intercambiando buenos ataques en las dos porterías y los blancos ligeramente superiores para mandar en el marcador durante los 20 minutos iniciales
Los vascos se apoyaron en su jugador Aguirrezabalaga para no perder comba ante su rival y fruto de ello se llegó al descanso con un apretado empate a 14.
Tras unos primeros minutos más atinados por parte del conjunto de Zarautz, los pupilos de Edín Covelo lograron dar la vuelta al marcador y dominar en el electrónico por una mínima renta de dos goles hasta llegar a los fatídicos seis últimos minutos, en los cuales los cisneistas no consiguieron anotar, y un parcial de 0-3 volteó el 26-24 favorable al Cisne al marcador con el que finalmente concluyó el duelo.
Torriko, por dos veces, y Mikel Martínez a falta de 50 segundos para el final, fueron los autores de los tantos visitantes que culminaron la remontada, en un momento en el que incluso su equipo se encontraba en inferioridad numérica por la exclusión del propio Torriko.
Ante uno menos, los pontevedreses no fueron capaces de encontrar el hueco para conseguir al menos el empate, y Javier Vázquez lanzó fuera la última intentona al fallar un penalti en los últimos instantes. Antes fue Álex Chan el que erró también desde los siete metros.
