El portero Samuel Vázquez disfrutó el pasado jueves, en el partido de Copa Diputación contra el Ribeiro, de sus primeros minutos en su tercera temporada como unionista. El carballiñés considera que el resultado, condicionado por las reducidas dimensiones del campo, fue lo mejor. "Fue un partido en el que jugaron los menos habituales, y le metimos intensidad. Tratamos de jugar algo al fútbol, pero el campo no daba lugar a tocar el balón. Es un resultado positivo viendo donde se jugaba, teniendo en cuenta que hay que jugar la vuelta en O Couto. El 1-0 era complicado, pero el 1-1 nos pone en ventaja", señaló.
Samuel se fue a casa con la sensación del deber cumplido. "Estuve muy a gusto. Llevaba tiempo sin jugar y es difícil, pero estamos entrenando bien y me sentí muy cómodo en el campo". En Ribadavia pudo recordar lo difícil que es ser portero en la UD Ourense. "En el Barbantes, por ejemplo, me tiraban 30 veces, pero aquí te llegan una vez y puede que te marquen. Es difícil estar metido y concentrado en el partido en un equipo que tiene tanto tiempo la posesión y que casi siempre juega en campo rival. Hay que estar muy atento a esos balones que te pueden costar un gol".
Jugar tras una larga inactividad siempre es un incentivo para seguir trabajando por la semana, uno de los puntos fuertes de la mejor plantilla a la que ha pertenecido, subraya Samuel. "Con el equipo que tenemos, estoy disfrutando mucho este año. Poder entrenar con esta gente, en un grupo con una calidad tremenda, es un lujo. Tampoco es que haya jugado en muchos equipos de nivel y cuando me dijeron de seguir en verano ni me lo pensé por poder entrenar con 20 jugadores de tanto nivel".
Los elogios también van para su compañero y rival por la portería, Pato Guillén. "Es una pasada entrenar con él. Además tenemos entrenador de porteros, que se nota mucho, y después ves entrenar a Pato y, a nada que lo intentes hacer como él, te ayuda mucho en el día a día". La sintonía es buena: "Es muy buen tío. No jugar siempre te fastidia, pero entiendes que es un jugador que viene una de Segunda B y tienes que tratar de ayudar al equipo en lo que se pueda".
El domingo se reanuda la guerra foránea en Campo Lameiro y Samuel reconoce que será duro sumar los tres puntos: "Sabemos que es un campo sintético y pequeño y que, al jugar fuera de casa, costará, aunque tanto en Valladares como contra el Alertanavia el equipo mereció ganar. Hubo acciones puntuales que hicieron que el resultado no se decantase a nuestro favor". El portero unionista confía plenamente en el potencial del equipo para optar al objetivo más ambicioso. "Hay calidad y, de hecho, el entrenador siempre dice que, cuando tiene que hacer la lista, lo pasa mal. Ves a uno que entrenó muy bien toda la semana pero también ves al que juega y no lo puede meter. La temporada es muy larga, está rotando bastante, y es difícil hacer lista porque ves un nivel de entrenamiento muy alto. Se tiene que notar a la larga y es la clave. Si mantenemos ese nivel hasta final de temporada, tiene que salir bien".
Samuel está constatando que, también en Preferente, una liga que ya jugó con el Arenteiro, el rival de la UD Ourense sale muy motivado al campo. "No es lo mismo jugar con el Ourense que con otro equipo, se nota mucho. Como pasaba en Segunda o en Primera Regional, te están esperando y, si a eso le sumas que el nivel de la categoría es mejor, es difícil ganar cada partido, pero el inicio de temporada está siendo muy bueno. Con esta media se va a ascender". Al portero también le llama la atención el número de aficionados que se desplazan con el equipo: "Una cosa es ir al Couto cada 15 días y otra ver a tanta gente que coge el coche para irse a Vigo o a donde sea. No es normal. El día de Valladares, ver a toda la gente cantando y animando, te fastidia perder solo por eso. No es una afición callada, te apoya, y es una sensación impresionante".
