El vicepresidente del COB expuso la postura del consejo sobre la decisión del pleno que instó al grupo de gobierno del Concello a estudiar la venta de su porcentaje accionarial. Sin ánimo de "politizar" el COB, subrayó repetidamente, Camilo Álvarez lamentó el trato del Concello y lo contrapuso con el de la Diputación. "No es el momento de vender nada, es el momento de apoyar todos", señaló. "La única institución que está dando la cara -agregó- y cumpliendo en tiempo en forma es la Diputación. Hay que agradecerle a Manuel Baltar el apoyo incondicional que nos está dando. Esto es deporte y no política, pero a cada uno lo que es suyo. La Diputación cumple y el Concello, en vez de apoyar, se está planteando deshacerse de las acciones. Nos gustaría contar con las dos instituciones, pero vemos que hay una pata del banco que está fallando. Lo lleva haciendo desde hace mucho tiempo, y es lo que nos está desequilibrando".
El vicepresidente en la delicada situación económica del club, que atribuye en buena medida al incumplimiento de los compromisos del Ayuntamiento. "En este momento tenemos 200 euros en cuenta y un déficit de 90.000 euros, los que nos prometió el Concello. Ahora dicen que como no era nominativa no nos los pueden dar. Que los partidos se replanteen las decisiones, porque no toca vender, sino apoyar", reclamó. "Tenemos dos subvenciones pendientes y no se pueden marchar de rositas -abundó en sus críticas. Hay que buscar alguna manera de equilibrar esto. Desde el minuto cero trataremos de que nos aclaren cómo nos van a dar la subvención del año pasado y lo que nos van a dar para esta, porque son dueños de un club y tienen que responder por él, independientemente de que tengan más o menos votos. Nos tienen que explicar el porqué de esa dejadez hacia el club. ".
El consejo intentará multiplicar los ingresos privados, pero se advierte de que sin el apoyo institucional el club corre peligro: "Vamos a tratar de hacer un esfuerzo, hablar con todas las empresas y entre todos juntar la mayor aportación económica, pero sabemos que Ourense es una ciudad pequeña y, si no contamos con las instituciones, no tenemos mucho recorrido. Tenemos que tratar de descargar el peso económica que soportan las instituciones, pero para involucrar a las empresas se necesita sosiego y calma".
