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Fran Álvarez : "Aprendí mucho en el fútbol, pero lo que estamos viviendo es una pasada"

"Creemos en algo que puede hacer resurgir el sentimiento por el Ourense", afirma

Fran Álvarez conduce el balón. // Iñaki Osorio

A sus 38 años y medio, con una docena de camisetas a sus espaldas y ejerciendo ya de profesor de educación física, a Fran Álvarez solo le quedaba pendiente en el fútbol poner la primera piedra del proyecto que dentro de un tiempo le pueda dar a la cantera ourensana la oportunidad que él tuvo. Dos décadas después de debutar con el Ourense en Segunda División, asegura sentirse encantado con esta prórroga que le ha dado el balón.

- Para seguir en activo cerca o por encima de los 40 años, un futbolista ha debido tener una buena educación física.

- Me cuidé bien la verdad. Jugué en muchos equipos y físicamente considero que me encuentro bien para esta categoría. Aunque tuve bastantes lesiones, me fui cuidando. En el equipo hay jugadores como Xurxo o Lucas Nieto que son unos auténticos portentos físicos, aunque cuando llevas tanto tiempo jugando llega el momento en que tienes otras preferencias.

- ¿Por qué dio el paso?

- Como jugué en el Ourense, pertenezco a la asociación de exfutbolistas y en cuanto se habló de fundar un nuevo equipo quedamos en ayudar en lo que fuera. No contaba que fuera jugando, aunque me mantenía en forma y había empezado con la peña de Bentraces. Me dio pena dejarlo, pero fue por echar un cable, para que el club arranque. Poco a poco entrará gente joven, que la habrá de sobra. Pensar en ir a esos campos, con todos los respetos, te daba algo de reparo, pero después piensas en que estás ayudando a poner en marcha algo que ojalá algún día sea bueno.

- ¿Cómo es de puertas adentro la Unión Deportiva Ourense

- Somos un grupo heterogéneo, pero humanamente muy bueno. Como una peña, nos juntamos, nos reímos, lo pasamos bien y eso en el campo se nota. Hay gente con una edad y que no estamos para echar cohetes, pero se nota que ha jugado mucho al fútbol.

- Decía otro exrojillo como José Luis tras el último partido que van a ir a más.

- La gente se concienció de que es un año atípico. Tienes tu trabajo, la familia, pero también eres consciente de que hay que entrenar y entrenamos bien. Tenemos un técnico con experiencia, un preparador físico que se mata para preparar los entrenamientos y aunque sea la última categoría se ve reflejado en el campo el fútbol que tienen y lo que se han cuidado los jugadores. Aún estamos al principio y a ver cómo se llega al final, pero vamos rotando bastante y se puede llegar bien.

- A priori comienza la parte más dura del calendario.

- Hay que respetar a todos los equipos y salir al campo a hacerlo como lo estamos haciendo. Los resultados están siendo favorables y nos podemos sentir superiores, pero hay que demostrarlo en el campo. No vale con decirlo fuera y no demostrarlo dentro. Se nos pueden complicar las salidas, en campos difíciles como el de Salamonde, que era pequeño, estaba irregular y ellos ya están adaptados. En casa, hay que seguir en esta línea y como pasa siempre llegará el momento de sufrir, de empatar o perder, aunque ojalá no sea así.

- ¿Recuerda la última vez que jugó en O Couto?

- En el fútbol profesional fue un partido contra el Ourense, cuando estaba en el Langreo (el 20 de abril de 2003). Después jugué partidos de Copa Diputación con el Verín y el Barbadás.

- En el club quieren que el del domingo sea el último en Os Remedios, antes de la mudanza.

- Jugar en el Couto será un paso decisivo para que este equipo se convierta en el sucesor de Club Deportivo Ourense, pero tiempo al tiempo que toda llega.

- Hasta los patrocinadores.

- Aparte del seguimiento de la afición, que es una pasada tanto fuera como en casa, porque estamos en Tercera Regional, sorprende a propios y extraños que te respalde un patrocinador y otras empresas más pequeñas que poco a poco van a apoyar la causa.

- ¿Qué siente ante una grada tan entregada?

- Es otro momento, otra época, pero no me esperaba volver a vivir esto. Tienes un hijo, decides dejar de jugar ya en serio, pero pasa lo que pasa y, aunque estás en el campo concentrado como siempre, es una pasada sentir eso.

- ¿Qué explicación le encuentra a la simpatía que ha despertado el proyecto?

- Ya no es solo fútbol, es un sentimiento. Es un equipo fundado por gente que son aficionados, que realmente no tienen por qué tener idea de cómo se lleva un club de fútbol pero que trabajan mucho, y también por esos exjugadores de CD Ourense que creemos en algo que puede hacer resurgir ese sentimiento que existía por el otro club.

- Se cumplen 20 años de su estreno como rojillo.

- Debuté en Segunda y cuando se descendió seguí en Segunda B y volvimos a subir. Después me tuve que ir porque el Grupo Bahía habían traído mogollón de gente y me fui al Pontevedra y al Langreo. Aprobé la oposición cuando estaba en Lugo y ya me vine acercando a casa. Estuve con Peluso en el Verín, con el que ascendimos de Preferente a Tercera. Cada dos años o cada año iba cambiando de equipo. También jugué en el Arenteiro, Celanova, Barbadás, A Valenzá y Velle.

- El fútbol le tenía reservada una bonita sorpresa para la despedida.

- La verdad es que aprendí mucho del fútbol. Sobre todo supe de mis limitaciones y me puse a estudiar (risas). No me puedo quejar de lo que he disfrutado. Haces muchos amigos y me puedo sentir muy contento de llamar a cualquier lado y quedar con alguien, pero lo que estamos viviendo es una pasada.

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