La Semana de la Pasión que vivió el Coruxo en unos últimos siete días llenos de lesiones de gravedad se cerró ayer con una dolorosa derrota en el tiempo de descuento ante un Guijuelo que, a pesar de jugar toda la segunda parte en superioridad numérica, siempre dio por bueno el empate y arriesgó lo mínimo.

El equipo de Antonio Gómez recuperó ayer la solidez defensiva mostrada al comienzo de temporada, aunque dos errores puntuales le costaron el partido. Por un lado la expulsión de Abenza en el primer minuto de juego de la segunda parte, tras arriesgar al máximo cuando ya tenía una tarjeta amarilla; y por otro el mal despeje de Alberto García en la última jugada que provocó la falta que acabó en gol.

Sin embargo los vigueses siguen teniendo el mismo problema que al principio, y que parecía solucionado con la llegada de Reguero, y no es otro que la falta de pegada.

El partido de ayer cambió en el primer minuto del segundo tiempo. Abenza arriesgó al máximo en la primera jugada, sin acordarse que ya tenía una tarjeta, y fue expulsado. Fue una segunda parte en la que no hubo muchas ocasiones de gol, aunque David Campos y Samuel pudieron marcar para los vigueses.

En el descuento, cuando todo parecía sentenciado, una falta sacada por el conjunto chacinero, golpea en el poste y Germán es el único que se adelanta para cerrar la peor semana del Coruxo.