El Luceros puso ayer las cosas difíciles al Rodosa Chapela, que al final acabó ganando con un marcador demasiado abultado (33-26) para los méritos demostrados por los cangueses. Los de José Figueroa completaron un gran primer tiempo, concentrados y concediendo pocos errores. Fruto de esa intensidad llegaron a gozar de una ventaja de 7-11, aunque al descanso el Chapela ya ganaba 13-12. En el segundo tiempo el Luceros tuvo problemas para mantener ese ritmo y el conjunto local empezó a hacer daño con los lanzamientos exteriores de Pablo Vidal Estévez. Los cangueses intentaron remontar casi a la desesperada, con una doble defensa mixta, pero solo sirvió para que el Rodosa Chapela aumentase su ventaja hasta el 33-26.