El Frigoríficos del Morrazo apela al espíritu de O Gatañal no solo de cara al importante partido de mañana ante el Granollers sino también para toda una temporada que promete ser especialmente complicada por la profunda transformación que ha sufrido su plantilla. Jugadores y cuerpo técnico del Cangas, con Víctor García, "Pillo", a la cabeza, quieren recuperar la magia de su pabellón fetiche para respaldar a un equipo que necesita de toda la ayuda posible en los primeros pasos de su nueva aventura. "O Gatañal debe ser más que nunca O Gatañal", argumenta el técnico del cuadro de O Morrazo.
"Ante el Granollers tenemos que ver al Cangas que vimos ante el Anaitasuna y al de O Gatañal", afirma el preparador pontevedrés, no sin antes apuntar que la ecuación perfecta solamente se completaría con ese apoyo incondicional de las gradas. "El equipo debe ir creciendo y hay que apoyarlo. Tenemos que generar esa sensación de que en nuestra cancha no gana nadie y de que es un sitio para que los rivales lo pasen mal", asegura.
En las dos primeras citas de la temporada, frente a Puerto Sagunto y Anaitasuna las entradas fueron discretas y el fervor del pabellón cangués solo se notó en momentos puntuales, algo que preocupa en el club morracense. "Era algo a lo que ya le daba vueltas antes de empezar la Liga. Nosotros no podemos perder esa magia de O Gatañal, porque sino todo será mucho más difícil", señala Pillo. Las dos extraordinarias últimas campañas pueden haber generado un sentimiento de acomodo para una afición acostumbrada a sufrir y a vivir al límite y eso es algo que Pillo no desea que ocurra.
Con todo, el preparador asume que "hay que darle cosas a la gente. Estuvimos mal ante el Puerto Sagunto, pero dimos un buen espectáculo ante el Anaitasuna, un equipo mejor que el nuestro". La situación podría repetirse mañana, "ya que el Granollers es otra escuadra que a priori es más fuerte que nosotros".
Los cambios de piezas en el equipo que dirige Carlos Viver no han alterado siquiera un ápice su espíritu y sus sistemas de juego. Sin Solé, Valadao, Toledo o Bombón Almeida, los vallesanos se reinventan apostando por el bloque con refuerzos como el lanzador Jorge Silva -a la postre uno de los máximos realizadores del campeonato-, los jóvenes Kasal y Loncar, el extremo Cabanas y el veterano meta ex del Cangas Vicente Álamo.
Con un Cañellas que va a más en la dirección de juego, Silva y Arnau ponen el lanzamiento, aunque buena parte de su peligro llega desde el pivote, con Porras y Figueras. La nómina de extremos luce al contragolpe gracias a un sistema defensivo con dos especialistas en la zona central como Álvaro Ferrer y Marc García.
