Del césped al gimnasio. Del fútbol al ciclismo. Ese fue el cambio que ayer realizó la plantilla del Alondras en una sesión de entrenamiento diferente orientada tanto a romper con la rutina como a hacer grupo. Los futbolistas del conjunto rojiblanco se desplazaron al Centro Deportivo Moaña (el complejo de la piscina municipal) para asistir a una clase de spinning en la que uno de sus compañeros, Mauro Nores, tomó las riendas para dirigir las evoluciones de todos.

Mauro, monitor en el centro, cogió unos galones que cedió gustosamente Jacobo Montes para apretar a sus compañeros y exigirles el máximo esfuerzo en 45 minutos de intensidad. "Es una tarea aeróbica en la que sudas mucho pero al día siguiente no lo notas. Nos viene bien distendir el ambiente y de paso hacer algo de trabajo físico y echar unas risas", afirma el técnico redondelano.

La original jornada ya había comenzado antes, con una concentración previa para ver la primera parte del duelo de Champions League entre Barcelona y Arsenal. Entre acciones de Messi y compañía los lazos del grupo se reforzaron de cara a una recta final de temporada en la que habrá que dar el do de pecho para atar la permanencia. "Todo lo que sea remar en la misma dirección es perfecto", sentencia Montes.