El Frigoríficos ya acaricia la permanencia. Ayer consiguió medio billete después de un trabajado triunfo ante el Guadalajara en el que rompió el maleficio que le perseguía en la segunda vuelta en su feudo, donde aún no había conseguido la victoria. Los cangueses tienen ahora cuatro puntos de ventaja sobre el descenso (que ocupa el Puerto Sagunto), por lo que le bastaría un empate para certificar la que ha sido una gran temporada.

Los locales salieron a la pista plenamente concienciados de lo que estaba en juego. Sin David García, reservado en el banquillo, Pillo confió la dirección de juego a Pablo Iglesias, que respondió marcándose un auténtico partidazo. El duelo arrancó, no obstante, con mucha igualdad. Con Valadao muy desacertado en el tiro exterior, Víctor Vigo y el juego con los extremos permitían mantenerse en el electrónico a un Guadalajara que poco a poco empezó a acusar sus errores en ataque. Los alcarreños enviaron hasta siete balones fuera de los tres palos.

El Cangas dio el primer tirón (8-5, minuto 14) aupado por un público que ayer se entregó desde el primer minuto. Los visitantes reaccionaron (11-10, minuto 22) pero no estaban preparados para el arreón final de los de O Morrazo, que se fueron al descanso con ventaja de cinco goles y el duelo bastante encarrilado (15-10). La única mala noticia es que la portería no aportaba, algo que quedaba equilibrado con los malos números de la visitante.

En la reanudación Pablo Iglesias continuó echándose el equipo a las espaldas, exhibiendo su brazo cuando más atascado se encontraba el equipo y los brazos se encogían. Y Suso Soliño aparecía para dar el toque de calidad desde el exterior. El resultado fue la máxima diferencia del Cangas (20-14, minuto 42, con tiempo muerto de Garralda). El parón reactivó al Guadalajara, que encontró a Valadao y a Plaza y se colocó a un solo gol (20-19, minuto 49) gracias a un parcial de 0-5.

Amarelle desatascó a los suyos (21-20) y Pillo echó mano de David García para los diez minutos finales. El buenense, muy lejos de sus mejores condiciones, sigue teniendo magia en sus acciones y le dio un plus al Frigoríficos. Muratovic puso el 23-20 y Garralda pedía un nuevo tiempo para tratar de reengancharse al encuentro de nuevo. Plaza recortó distancias y Pablo Iglesias evitó los nervios anotando un siete metros con un pelín de fortuna, ya que lo tocó Moyano.

Con el Guadalajara tocando a rebato apareció Mijuskovic para sacar dos balones en seis metros a Muiña y Edu Reig y permitir que en la siguiente acción Amarelle pusiese la sentencia (25-21). Con el choque decidido el zurdo engrosó un poco más sus estadísticas y Pumar estrenó su casillero con un contragolpe postrero merced a la última parada de Mijuskovic. O Gatañal festejó posteriormente dos puntos que rompen la mala racha canguesa y que acercan a los gallegos un poco más hacia la ansiada permanencia.

Con la tensión aún reflejada en su rostro compareció un Víctor García, "Pillo" satisfecho con el paso de gigante que su equipo había dado hacia la permanencia. El técnico reconoció el alivio ante el triunfo después de "una segunda vuelta de agonía constante tanto en los entrenamientos como en los partidos por las lesiones. Y hemos roto el maleficio en el partido más importante de la temporada. Teníamos muchas espinas clavadas, con la gente, con nosotros mismos, para demostrarnos que podíamos salir del bache".

Pillo vio un encuentro "de similar dinámica a otros anteriores, como Valladolid o Aranda, en el que nos dejamos remontar, pero en esta ocasión el equipo ha demostrado mayor madurez para saber reaccionar y aguantar el resultado". Asimismo, admite que el punto necesario de fortuna sonrió en esta ocasión a los suyos. "En esta categoría todo se decide en detalles muy pequeños. Quizá hayamos tenido un pelín de suerte, pero la verdad es que la suerte aún nos debe bastante más".