El Cisne se impuso ayer en el derbi contra el Servi-Auto Bueu Atlético con un resultado final de 25-30. Los locales llegaron a perder de diez goles en el segundo tiempo, aunque no bajaron los brazos en ningún momento y llegaron a ponerse a sólo cuatro.

Los de Pontevedra llevaron siempre el mando en el electrónico y enseguida abrieron diferencias en el electrónico que se movieron en el filo de los cinco goles, hasta llegar al descanso con un 10-15.

En el segundo tiempo el Cisne no dio muchas opciones a los jugadores de Irene Vilaboa y antes de llegar al minuto 40 ya ganaba de diez goles (12-22). Los buenenses reaccionaron y lograron endosar un parcial de 8-2 que en el minuto 49 ponía un 20-24 en el electrónico que obligaba al Cisne a pedir un tiempo muerto. A partir de ahí controló el partido hasta el final, aunque el arbitraje exasperó al Bueu Atlético y los colegiados acabaron explulsando a Chema por protestar.