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fútbol - Primera Autonómica

Marcos Torres planea abandonar la presidencia del Lalín esta temporada

El dirigente rojinegro deja el cargo por problemas de salud y por motivos profesionales

Torres llegó a la presidencia del Lalín en junio de 2016. // Bernabé/J. Lalín

Marcos Torres quiere dejar la presidencia del Club Deportivo Lalín. El sacerdote y mandatario rojinegro espera poder hacer efectiva su renuncia la próxima semana tras la conclusión de la temporada. Torres planea su abandono por problemas de salud -en 2012 le fue diagnosticada una esclerosis múltiple que hizo que desde las más altas instancias de la sede episcopal lucense le fuese recomendado reposo en sus tareas-, y también por motivos profesionales que le impiden compaginar sus obligaciones como directivo de Lalín con las de párroco de la localidad. De esta forma, Marcos Torres dejará el club casi un año después de tomar sus riendas, cuando tras una desangelada asamblea se presentó para el cargo tras la renuncia de la junta gestora que hasta entonces dirigía los destinos de la entidad lalinista.

De todas maneras, la dimisión formal del actual presidente del Lalín está a la espera de que la Federación Gallega de Fútbol dé instrucciones al respecto. Esto es así porque en los estatutos del club no se hace referencia alguna a la figura del vicepresidente, cargo exigido por el organismo federativo para que la dimisión del presidente se acepte como definitiva. Se da la circunstancia de que los estatutos del Club Deportivo Lalín blindan de una manera infrecuente la figura del presidente del club, otorgándole atribuciones excesivas y sólo contemplan los cargos de secretario y tesorero, sin hacer referencia alguna a la vicepresidencia. Aunque el club cuenta con una vicepresidenta, Marcos Torres prefiere esperar a que la federación conceda su permiso para poder anunciar su renuncia antes de la próxima asamblea de socios y después de que el equipo despida la temporada, este domingo en Agolada, donde los rojinegros disputarán su último partido con un derbi frente al conjunto de Pichel en el Hospitalillo. En el hipotético caso de que el organismo federativo autonómico no diera su plácet a la marcha de Marcos Torres como presidente del Lalín, éste optará por aplazar su despedida al mes de septiembre para dar tiempo a la remodelación de los estatutos y abrir la puerta a una nueva directiva. En este sentido, desde hace días han crecido los rumores de que antiguos jugadores rojinegros estarían dispuestos a dar un paso al frente para suceder al párroco lalinense al frente de la entidad del Cortizo ante la inminencia de su marcha.

Un año en el infierno

Marcos Torres llegó a la presidencia del Lalín el 5 de junio de 2016, una vez consumada la despedida de la junta gestora que encabezaba José Antonio González en una asamblea de socios. El dirigente ha pasado pues un año dirigiendo a los del Cortizo en el infierno de la Primera Autonómica después de un traumático descenso que a punto estuvo de hacer desaparecer a la entidad. Tras una temporada convulsa en lo deportivo y, también, en lo económico, la directiva de Torres todavía espera la llegada de subvenciones como las procedentes de la Deputación de Pontevedra y de la Xunta de Galicia, después de haber visto reducida la ayuda otorgada por el Concello de Lalín.

En cuanto al equipo, los rojinegros finalizan el domingo una temporada con más sombras que luces, situados en la undécima posición después de coquetear durante varias jornadas con el descenso. La tormentosa marcha de Tamayo junto a varios jugadores de su confianza y la llegada de Brais Vila al banquillo lalinista tampoco consiguió enderezar el rumbo de un conjunto cuyo objetivo primordial era el de ascenso de categoría.

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