"Parece que somos un equipo defensivo pero es todo lo contrario", se reafirma el entrenador del Estradense, Eduardo Muñiz "Tinto". El último tanto encajado por el equipo rojillo llegó en el mes de octubre -concretamente el día 25- en un partido que terminó en empate a unos. Otero fue el último jugador en lograr introducir la pelota en la meta defendida por Coke. A partir de ahí han pasado 577 minutos sin que el Estradense recibiese más goles. Es decir, no han encajado en los últimos seis partidos.

Esta seguridad defensiva ha servido para lanzar a los rojillos en la clasificación. Cinco victorias y un empate en esas seis jornadas ha situado a los estradenses terceros, aunque empatados con el segundo, el Céltiga. En su cuenta quedan además victorias ante rivales directos como el Atios o la lograda el pasado domingo en el campo del Areas. Tras una primera vuelta marcada por las lesiones y las dificultades para alcanzar su mejor nivel de juego, la solidez a la hora de defender y mantener su puerta a cero está siendo el mejor aliado de un equipo sorprendentemente maduro.

Los rojillos dieron además un paso adelante ante el Areas, en un partido de rivales directos en la parte alta. Era un día para reinvindicarse y los de Tinto lo hicieron con una primera parte para enmarcar. Juego, ocasiones de todo tipo y 0-1 ante un rival que no sabía lo que era perder en su campo esta temporada y que está llamado a pelear por el ascenso. Las palabras de elogio del entrenador local Fonsi Valverde tras el partido refrendan la apuesta.

"En la primera parte hicimos todo lo que se puede pedir a un equipo", sentenció el entrenador estradense. "Solo se nos puede reprochar ir 0-1 al descanso porque tuvimos ocasiones de todos los colores. Antes incluso del gol de Unai tuvimos tres ocasiones clarísimas para adelantarnos", explicó al tiempo que enumeró ocho oportunidades de jugadores como José Ramón, Jorge, Manuti o Unai antes del descanso. "Volvimos a ver ese Estradense que a veces añoramos. Se vio ese equipo que genera muchas ocasiones pero al mismo tiempo muy fallón a la hora de meterlas.

En la segunda parte siguieron teniendo ocasiones claras, aunque también les tocó sufrir. "Debimos matarlo en su momento porque casi se nos escapa. En los primeros 15 minutos de la segunda parte perdimos un poco el control. En esa parte del partido estuvimos muy bien defensivamente. Fueron minutos duros, en los que nos acosaron pero tampoco tuvieron ninguna ocasión excesivamente clara. Al final pasamos ese mal momentos y terminamos llevándonos una victoria que creo que fue justa", apuntó.

Los rojillos ya miran hacia el próximo partido, en el que tendrán que jugar de nuevo como visitantes. Será en el campo del Domaio.