La sensación de solidez del Arosa está siendo la mejor de sus características en este arranque de competición. Al margen de los 13 puntos que ostenta, y que le han aupado a la cuarta posición, lo cierto es que son las siete jornadas consecutivas sin perder que ya acumula lo que da indicios de que la presente puede ser una campaña especial.
Solo en cinco ocasiones a lo largo de las cincuenta temporadas que cumple el Arosa compitiendo en Tercera División se han podido superar o igualar la racha de siete jornadas que se han alcanzado tras la victoria del pasado domingo en A Illa. La vez más reciente en la que se ha igualado esa marca, que no superado, fue en la 2013/14 con cinco victorias y dos empates que auparon al equipo de Piscis a un efímero liderato.
Para encontrar el último curso en el que el equipo arlequinado superó las siete jornadas consecutivas sin perder en un arranque liguero hay que remontarse a exactamente 20 años atrás. Fue en la 96/97 cuando fueron nueve las semanas que tardó el Arosa en ser superado. Por aquel entonces la serie se completó con cuatro triunfos y cinco empates.
En cuanto al récord de jornadas consecutivas sin perder en un inicio de competición en Tercera División, éste está establecido en una serie de once partidos. En dos ocasiones se alcanzó una marca así, concretamente en las campañas 59/60 y 86/87. Otra temporada destacada en este aspecto es la 56/57 con diez encuentros seguidos sin que nadie superase a los vilagarcianos.
El único conjunto de la categoría que puede presumir este curso del mérito de no conocer todavía la derrota es el Vilalbés, actual líder. Solo el Céltiga se mantenía en la pomada, pero su racha la truncó precisamente el Arosa.
Una de las características clave en estos síntomas de fortaleza de los de Jorge Otero destaca especialmente la altísima rentabilidad que le sacan a sus goles. Con solo diez a favor los han logrado traducir en 13 puntos.
