Si el fútbol obedeciese a las leyes de la lógica sería obligatorio apostar por la victoria del Arosa el próximo martes (17 horas) ante el Ribadeo en A Lomba. Será un choque entre el décimo clasificado, que además ejercerá de locatario, y el actual colista. Además entre ambos contendientes median once puntos, otro dato más para el optimismo. Sin embargo las dinámicas no aseguran la consecución de los tres puntos y eso lo tienen claro en el vestuario arlequinado.
Hay otras cuestiones numéricas alrededor del encuentro que obligan a afrontarlo con cierta cautela. Y es que además del consabido respeto que da el medirse a cualquier rival, independientemente de su posición en la tabla, el Arosa recibirá al colista en medio de una sequía goleadora cuanto menos preocupante, más aún a tenor de los precedentes. Y es que los de Piscis pasan por una serie de tres jornadas seguidas sin conseguir llevar el balón a la red rival. Los duelos ante As Pontes (0-0), Boiro (0-0) y Rápido de Bouzas (2-0) se han convertido en una racha que no se repetía desde el mes de marzo, o lo que es lo mismo, desde la pasada campaña. Para más inri, en caso de no ver portería ante los lucenses, el Arosa igualaría su peor racha sin acierto de las diez últimas temporadas en Tercera División. Cuatro partidos sin marcar es algo que no se produce en el equipo vilagarciano en esta categoría desde la temporada 2004/05.
Las facilidades defensivas que está dando el Ribadeo hasta la fecha parecen una cuestión que invitan al optimismo a la hora de cortar la racha de infortunio de cara al gol. El equipo lucense es el más goleado de la categoría con una marca de 27 tantos en contra.
Otra cuestión que juega a favor de los intereses de los de Piscis es el hecho de que solo en una ocasión en lo que va de liga fue capaz el Ribadeo de dejar su portería impoluta. Sucedió con un empate, evidentemente sin goles, en el campo del Negreira. Y desde entonces ya han pasado cinco jornadas.
Pero la crisis de los de A Mariña todavía va mucho más allá de los goles encajados. Tanto es así que pasa por un profundo bache que se traduce en once jornadas consecutivas sin ganar. De esos 33 puntos disputados solo cuatro se han podido quedar en el casillero de los de Manolo Vilachá y Germán Campos.
Trasladado el análisis del rendimiento del Ribadeo a sus encuentros como visitante hay que remontarse al mes de septiembre para encontrar su último tanto como visitante. Fue precisamente en el empate en Ribadumia (1-1). Desde entonces se quedó sin ver portería en los campos del Choco (3-0), Negreira (0-0), Órdenes (2-0) y As Pontes (2-0).
Una cuestión que se descubre en la línea de rendimiento de los lucenses es el hecho de que sus dos únicas victorias en lo que va de temporada fueron conseguidas consecutivamente en las jornadas 3 y 4 ante rivales como el Bergantiños y el Deportivo B. Desde entonces, once jornadas sin ganar que han derivado en una última plaza compartida con el Ribadumia.
Piscis tendrá que preparar el encuentro con las ausencias de Cardeñosa y Camiño por su presencia con Galicia en Extremadura, si bien el defensa tendrá que cumplir sanción el martes.
