Lionel Messi volvió a ser el salvador del Barça gracias a los tres tantos contra el Leganés (3-1), en un partido que los azulgrana fueron de más a menos, pero que lo cerraron al igualar el récord de encuentros sin perder. La victoria azulgrana le sirve para enfatizar su liderato a falta de siete jornadas para concluir el campeonato y para igualar el récord sin perder en la Liga, que con 38 partidos ostentaba la Real Sociedad desde 1980. Además, el técnico Ernesto Valverde logró una victoria en su partido oficial 50 como preparador del conjunto azulgrana.

El Barcelona tuvo una primera parte muy cómoda, en la que fue el claro dominador del juego y la pelota, y sólo se vio perturbado por su oponente cuando el Leganés realizó ayudas para superar a los azulgranas en jugadas por la banda, donde allí las acciones de los de Valverde acostumbraban a morir. Al cuadro azulgrana le tocó ser paciente ante un Leganés defensivo, que propuso en choque muy intenso en el centro del campo, donde en ocasiones se libraron duras pugnas por lograr la posesión del balón.

La primera gran ocasión llegó de las botas de Messi, quien en posición correcta, a pesar de las protestas, sirvió en bandeja el gol a Luis Suárez, pero el remate del uruguayo en el 20 lo sacó un Cuéllar que parecía batido. A tres minutos de la media hora, Siovas cometió falta a Messi en la frontal que el argentino ejecutó con precisión de cirujano, ya que envió el balón al palo corto, superando la barrera y marcado el primer tanto del partido.

El Leganés ganó terreno, pero en una recuperación de Rakitic, el balón fue a Coutinho, quien imprimió velocidad a la acción y lo envió hacia Messi, que entraba en el área y con la zurda lo colocó junto al palo, marcado el segundo tanto.

En una manifiesta baja intensidad azulgrana, el Leganés empató. con un disparao raso a pase de Grarival que rebotó Sergi Roberto. El jugador celebró el gol en solitario en la banda, ya que ninguno de sus compañeros le acompañó, más pendientes de recoger el balón de la portería para no perder tiempo.

El Leganés se creyó que podía dar la campanada, pero el Barcelona se volvió a recomponer, y tras un nuevo error garrafal de Suárez en un gol cantado, en el 35 de la segunda parte, volvió a ser Messi, en el 87, quien de nuevo marcó para los suyos sentenciando el choque.