Martín Ríos, hijo de un emigrante gallego, consiguió ayer en los Juegos Olímpicos de Invierno la medalla de plata en la final de dobles mixtos de curling junto a Jenny Perret, quien hasta hace poco era además su pareja sentimental.

La emigración gallega en Suiza sigue regalando este tipo de historias. Como la de Ricardo Rodríguez, internacional con la selección de fútbol. El caso de este deportista de 36 años no es demasiado diferente. Comienza cuando su padre, José Ríos, decidió en la década de los sesenta emigrar a Suiza para ganarse la vida como chapista. Y allí se estableció para siempre.

Martín Ríos comenzó a los once años en el mundo del curling y en su trayectoria ya ha conseguido dos mundiales y un Europeo en parejas mixtas, siempre con Jenny Perret a su lado. Por primera vez esta modalidad del curling entraba en el programa olímpico, el título que le faltaba a su trayectoria. Pero Ríos se quedó a un paso de lograrlo. Los canadienses John Morris y Kaitlyn Lawes se impusieron en una final que se siguió con sorprendente interés en algunos hogares de Carballiño y de Ames. Allí reside parte de la familia paterna de Ríos. Su padre, José, precavido a la hora de dar información, les telefoneó a última hora para anunciarles que se había clasificado para la final y que estuvieran pendientes de la final.

Este verano si nada se tuerce Martín Ríos volverá a visitar a su familia en O Carballiño y a disfrutar de la gastronomía gallega que le hace perder la cabeza. Una tradición que no se suele saltar como la de mantener la relación de amistad con quienes fueron sus compañeros en la época en la que compitió en Jaca. Se declara madridista, seguidor de la selección española de fútbol, admirador ferviente de Rafa Nadal y admite que a partir de ahora en su carrera deportiva no tiene las cosas claras porque la planificación se había hecho hasta la cita olímpica. A partir de ahora llega el momento de tomar decisiones. Lo que seguro que retomará en unos días es el trabajo con la selección júnior que hace como miembro del staff técnico de la Federación Suiza. Tras conseguir la medalla de plata reconocía sentirse feliz aunque lamentaba no haber podido completar la triple corona (tras sus victorias en el Mundial y en el Europa), pero no se hacía reproches por lo sucedido en la final: "Los canadienses han sido mejores y poco podemos hacer más que felicitarles por su final".

En unos meses este ilustre veraneante de O Carballiño regresará a la tierra de su padre y entonces se encontrará con muchos de los que ayer madrugaron para sentarse delante de la televisión a ver una final de curling. Las cosas que llega a provocar la emigración.