Dura derrota del Vigo ante el colista de la Superliga 2, que no había vencido en ninguno de los encuentros disputados hasta este momento. La derrota en el primer set fue la que marcó la marcha de todo el encuentro. Los errores arbitrales y la poca fe de los vigueses hicieron que los tres puntos se quedasen en Extremadura. Influyó la gran suerte en los momentos finales de cada set que acompañó a los pacenses.

El encuentro comenzó con los locales más metidos en el terreno de juego que los vigueses pero con todo ninguno de los dos equipos era capaz de despegarse de sus rivales en ningún momento del set. Un punto arriba los visitantes o un punto arriba los locales y esa fue la tónica. Se llega con empate a 20 puntos a la recta final del set y en ese momento es cuando los colegiados se hacen notar dándole dos balones seguidos al casillero local cuando realmente deberían ser para el casillero vigués. Con la ventaja de 23-21 ya fueron capaces de finalizarlo más relajados.

El segundo set también comenzó con mucha igualdad en el marcador. Fueron los locales los que llevaron a su casillero la primera ventaja 8-6. Esta diferencia se mantuvo hasta el 16-14 que fue cuando los locales se distanciaron en el marcador. A partir de ese momento los vigueses desaparecieron del campo.

El tercer set comenzó muy igualado pero parecía que los vigueses estaban más metidos y como consecuencia fueron delante en el marcador de uno o dos puntos hasta llegar al empate a 10 puntos. A partir de ese momento, y sin ningún tipo de explicación técnica, se vinieron abajo y dejaron que sus rivales les comiesen todo el terrero ganado. La fragilidad de los jóvenes jugadores vigueses les pasó factura.

Ahora toca levantar la moral para recibir el próximo sábado en Coia a San Sadurniño, otro de los huesos duros de la categoría pero al que habrá que presentarle cara para poder vencerles.