Cristiano Ronaldo, delantero del Real Madrid, afirmó ayer domingo, después de ganar la Liga, que opina que la gente habla de él como si fuera un "delincuente" y resaltó que no es un santo, aunque tampoco "el diablo".

El jugador portugués hizo esas declaraciones tras ser cuestionado por la imagen de la pasada jornada en la que cuestionaba a Gustavo Cabral que estaba esperando un maletín. Fue en una discusión durante el partido contra el Celta en Balaídos, cuando el central celeste le reclamó que se había tirado dentro del área intentando provocar un penalti. Fue entonces cuando el luso le dijo que su equipo estaba primado.

"La gente habla de mí como si fuera un delincuente. No soy un santo pero tampoco el diablo. La gente habla de mí y no sabe un carajo. Se dicen cosas que no son verdad. No veo televisión porque si no, no tendría vida. Tanto que hablan de mí de mala hostia, de fútbol y fuera del fútbol. La gente no sabe de la realidad. Hablan de mí como si fuera un delincuente", explicó Cristiano Ronaldo,

"Cuando la gente habla de Cristiano se equivoca, en el fútbol y fuera del fútbol. Las críticas del fútbol no me preocupan porque sé que al hacer las cuentas la gente se va a callar, como siempre. Están con dos piedras en la mano cuando hablo. No soy un santo pero tampoco el diablo que mucha gente dice que yo soy", añadió.

"No me gusta porque tengo una familia, una madre, un hijo y no me gusta que me pongan igual que a los demás cuando hacen tonterías, yo no hago tonterías, hago las cosas bien", insistió.

Asimismo, indicó que Zidane hizo una gestión muy "inteligente" de la plantilla y declaró que el técnico francés hizo un trabajo "fenomenal" a lo largo del curso.

"He hecho una preparación para la parte final porque sabía que iba a ser importante, he tenido buenas exhibiciones", comentó.

Por último, habló sobre la posibilidad de ganar el Balón de Oro: "Todo ayuda pero no estoy preocupado, los trofeos se ganan con ayuda de los compañeros. La Liga es de todos", concluyó en zona mixta.