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Compra del club

Mouriño rechaza la oferta china por el Celta: casi cien millones y al contado

El grupo con sede en Suzhou presentó una opción en firme próxima a los 100 millones - El presidente, que ligó su permanencia a un proyecto de futuro para el club, echa el resto para comprar Balaídos o lograr permiso para un estadio

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, en Balaídos en septiembre pasado. // Ricardo Grobas

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, ha rechazado la oferta en firme hecha por un holding chino para comprar el club, según pudo saber FARO de fuentes próximas a los equipos jurídicos participantes en la operación.

La decisión, que ya ha sido comunicada al grupo asiático -con base de operaciones en el parque industrial de la ciudad china de Suzhou-, coincide con la ofensiva de Mouriño por sacar adelante "un proyecto de futuro para el Celta", como así lo ha venido explicando en una intensa campaña pública en toda la ciudad, que pasa por el intento de compra de Balaídos o un permiso para un nuevo campo y una ciudad deportiva, en primer lugar en Vigo o en municipios limítrofes. Esa campaña tiene ahora continuidad con una ronda con los grupos municipales que concluirá con el envío de una carta a toda la corporación para realizar la solicitud formal de su propuesta.

El descarte llega después de que el holding chino hiciese llegar al club el mes pasado una oferta de compra próxima a los 100 millones de euros. El propio presidente, Carlos Mouriño, reconoció el 20 de diciembre durante su intervención en el Club FARO que la misma ya había sido presentada aunque no desveló a cuánto ascendía su cuantía. "Ahora sí puedo decir que hay una oferta en firme que podría firmar hoy mismo", desveló entonces.

En su comparecencia dejó caer que iba a declinarla para luchar hasta el final por lograr patrimonio para el club que garantice su anclaje físico en la ciudad. "A día de hoy puedo decir -expuso- que ya tengo en mi poder una oferta para firmar, recoger el talón e irme, pero voy a seguir peleando por un proyecto de futuro para que el Celta crezca". "Rechazar la venta del equipo -incidió en aquella comparecencia- no es económicamente la mejor opción ni lo más cómodo, pero voy a seguir en la pelea y, cuando acabe, si no lo consigo decidiré qué hacer".

La primera decisión, tomada a la vuelta de las vacaciones de Navidad, ha sido descartar la operación con el holding chino, según fuentes de los equipos jurídicos que llevan el proceso. A preguntas de este periódico, la directiva del Celta no ha querido pronunciarse al respecto y se ha limitado a contestar que ni lo confirma ni lo desmiente. El club tiene previsto mantener una reunión inminente de su consejo de administración.

El consorcio chino, que llegó a enviar en octubre una delegación a Vigo para acelerar la operación, trasladó en diciembre la oferta definitiva para la adquisición del club, que había despertado su interés por la buena situación económica y deportiva que atraviesa. Como muestra de ese interés, el holding asiático, compuesto por más de 200 empresas -muchas de las cuales cotizan en bolsa-, llegó a acreditar desde el primer momento a través de un banco que contaban con los depósitos suficientes para materializar al contado la compra.

Mouriño siempre negó la existencia de compromiso alguno con el grupo asiático y descartó que existiera un límite de tiempo o un plazo para aceptar la propuesta: "Esa propuesta durará hasta que yo decida o ellos quieran. Cualquiera de los dos tiene toda la libertad para poner el fin a esto", sostuvo el mes pasado ante la junta de accionistas.

La renuncia a la oferta se produce en plena ofensiva de Mouriño por sacar adelante su propuesta de comprar Balaídos al Concello o lograr autorización para un nuevo estadio, después de no haber conseguido en estos diez años permiso para sus proyectos para una ciudad deportiva en Bembrive, Valladares, Álvarez o en San Roque vinculada a una facultad deportiva con la Universidad. En su campaña pública, Mouriño expresó su desencanto por lo que considera un "bloqueo" a sus iniciativas. "¿Por qué no nos dejan crecer, por qué tenemos que estar rogando la mínima cosa que tengamos que hacer", denunció en sus intervenciones. La respuesta del Concello a sus denuncias es que solo pueden permitirse aquellos proyectos que cumplan con el ordenamiento urbanístico y la ley.

Mouriño mantiene ahora una ronda de entrevistas con todos los grupos políticos municipales para trasladarles sus propuestas para conseguir un proyecto de futuro para el club. Su conclusión solo está pendiente de la reunión con el grupo socialista. El presidente del Celta ya conoce la negativa del alcalde Abel Caballero a vender el campo de Balaídos, en el que se afronta una remodelación de 32 millones de euros.Desde el gobierno local se trabaja en la flexibilización del actual convenio de cesión del campo que pueda encajar con las pretensiones del Celta y que satisfaga en lo posible sus demandas. El club espera su concreción definitiva para estudiarla. El PP apuesta como mejor opción por una concesión administrativa del campo al club, aunque ya no descarta absolutamente como hizo en un principio, una posible venta. No así Marea, contrario a venderlo pero favorable a darle permiso para uno nuevo.

El Concello de Mos ya se ha apresurado a ofrecer al Celta terrenos particulares próximos a la universidad para que levante allí una ciudad deportiva y un campo de fútbol. En las últimas semanas se está procediendo al levantamiento topográfico de esas parcelas, que rondarían los 300.000 metros cuadrados. Pero para Mouriño, la primera opción es Vigo.

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