Eduardo Berizzo, el Toto, se presentó en la sala de prensa de Balaídos con aire resignado por un resultado inesperado que complica el futuro del Celta en la competición, pero que no es el final de la aventura europea, como el propio técnico celeste, insistió durante su comparencia. "El trámite del partido no fue el deseado, nos costó jugar. El partido se hizo sucio, no fluimos bien. En la segunda parte, movimos mejor la pelota pero recibimos un gol de estrategia, aunque tuvimos la de Pione que nos pudo dar la victoria", resumió el preparador céltico, que apuesta por lograr la clasificación ganando en la última jornada al Panathinaikos en Atenas. "Esto no termina aquí. Vamos a Grecia con la intención de pasar. Si hoy [por ayer] no lo conseguimos, esperamos hacerlo en la próxima jornada", aseguró.

El entrenador del Celta reconoció que el juego directo, condicionado en parte por el mal estado del terreno de juego, perjudicó a su equipo. "No pudimos jugar el balón como hubiésemos deseado. Nuestros atacantes no se encontraron entre ellos y las jugadas de ataque, El juego directo del rival se benefició del estado del campo. No hubo situaciones de gol en ambos lados y ellos se beneficiaron de una acción de estrategia. Pero lo seguiremos intentando", destacó.

Pese al deficiente estado del césped, el técnico argentino no quiso justificar el empate en los problemas del campo. "El estado del campo favorece la contra, pero el césped aguantó bastante bien aunque el partido no fue lo cómodo que deseábamos para circular la pelota. Recibimos un gol que no debíamos recibir y por esto nos empataron el partido", explicó.

El Toto Berizzo no se mostró especialmente preocupado por el hecho de que, si persiste la igualdad de puntos, el Celta tendrá que marcar al menos dos goles más que el Standard para garantizarse el pase a la siguiente ronda. "La futurología no forma parte de mi análisis. Nos espera un partido ilusionante que tenemos que ir a ganar e iremos a Grecia a ganarlo contra un rival que ya está fuera de la competición", destacó el preparador argentino, que añadió: "Estuvimos a diez minutos de lograr la clasificación. Nada esta terminado. Debemos mirar hacia adelante", reiteró.

El técnico céltico se mostró contrariado por la expulsión de Aspas, que no podrá jugar en Atenas. Sin justificar su comportamiento, Berizzo lo achacó al exceso de revoluciones del moañés en un momento complicado del partido. "No sé lo que le dijo pero seguramente mereció la expulsión. No debía ocurrir pero si no está, pensaremos en otro", apuntó. Y remachó: "A veces la revoluciones escapan a la charla previa. No debió ocurrir pero ocurrió".