La plantilla del Celta vive en una burbuja de felicidad después de la gran victoria obtenida el domingo frente al Barcelona de Luis Enrique, al que el conjunto de Berizzo ya ha doblegado en tres ocasiones en los últimos tres años. Ajenos a la visita de los respresentantes del grupo empresarial chino que está a punto de adquirir el club, los jugadores celestes que se han quedado en Vigo celebraron una desenfadada sesión de trabajo en la ciudad deportiva sin los ocho internacionales que se han concentrado con sus respectivas selecciones nacionales durante el parón de la Liga.

La buena noticia es que tanto Fabián Orellana como Carles Planas podrían recibir muy pronto el alta médica, con lo que, salvo imprevisto, ambos estarán a disposición de Berizzo para el compromiso liguero contra el Villarreal, el próximo domingo 16 de septiembre en El Madrigal.

El internacional chileno y el lateral zurdo catalán trabajan de modo progresivo con el grupo después de recuperarse de sendas lesiones musculares que les han impedido ser alineados por Berizzo en los últimos siete partidos (cinco de Liga y dos de la Europa League) y, con 11 días por delante para ponerse a punto, su disponibilidad para el duelo ante el conjunto castellonense se da prácticamente por segura.

A la sesión de ayer, en la que participaron algunos chicos del filial, faltaron ocho jugadores: los sub 21 españoles Jonny Castro y Rubén Blanco, el belga Bongonda (éste concentrado con la sub 21 de su país), los chilenos Pablo Hernández y Marcelo Díaz, el argentino Roncaglia, el sueco Guidetti y el danés Pione Sisto.

Polémica en Dinamarca

Ha renunciado a la convocatoria del equipo danés Daniel Wass, oficialmente por unas molestias en el tobillo, según explicó el seleccionador del equipo nórdico, Age Hareide. La explicación del técnico, dicha mientras sonreía, no ha convencido a la prensa del país, que ayer destacaba el gran partido firmado por el centrocampista celeste ante el Barça.