Cuatro minutos para sentenciar y continuar con paso firme en el liderato. El tiempo que necesitó El Olivo para romper al Friol en el Municipal Pahiño. Primero Carol habilitó a Joana para que esta hiciese el 1-0; después, San anotaba el tanto de la tranquilidad. Y eso que el rival pudo cambiar la suerte del encuentro con un testarazo al larguero a la salida de un córner.

Pero el aguacero matinal no ahogó las ideas de las de David Ferreiro y del octavo minuto al duodécimo el choque quedó visto para sentencia.

El partido apenas dejó resquicios al aburrimiento. Cierto que en el minuto 23 el marcador registraba un 3-0, pero el Friol, lejos de agachar la cabeza y dedicarse a evitar una dura goleada, plantó cara, persiguió el esférico, se hizo con él a través de su fe en la presión, y contragolpeó con peligro.

¿Cedió el líder el mando tras un comienzo contundente? También. Pero el empuje del Friol fue tan notorio y descarado que El Olivo apenas atravesó su campo en los veinte minutos siguientes. Fue marcar el 3-1 y lanzarse como posesas a por un segundo gol. El descanso permitió a las locales tomarse un respiro. En la segunda mitad todo cambió. El Olivo recuperó su fútbol y el control del choque. Carol hacía el cuarto cuando los aficionados regresaban del café.