El empate cosechado ante la UD Las Palmas ha dejado cicatriz. El debate estaba servido en la grada de Balaídos. La afición se preparaba para celebrar un nuevo triunfo. Todo parecía conducir al pleno de puntos. Nueve de nueve y coliderando la clasificación junto al FC Barcelona. Del inicio de temporada inmaculado, perfecto, se pasó a la dura realidad. Dos puntos que parecían ganados pusieron rumbo a Gran Canaria en una tarde extraña, de lluvia y sol, en la que el liderato (algo anecdótico) también se esfumó.

La única lectura que dejó el partido la admitió el propio Eduardo Berizzo. Se equivocó en los cambios. Sobre todo en la no presencia de un jugador como Radoja que aportará solidez al juego del equipo. Al club, más allá del empate, muestra su "preocupación" por el descontento de un sector de la grada, que protestó los errores de Pablo "Tucu" Hernández y que silbó tras el empate firmado por David Simón.

El Celta, que también agradeció el apoyo expresado por la mayoría de la grada, recuerda en el comunicado que estas protestas "siempre perjudican al equipo" y que "muestran pérdida de perspectiva de la realidad y de los objetivos reales de la entidad". El mensaje del club es claro. La meta sigue siendo la permanencia y, pese al resultado adverso de ayer, el equipo vigués se encuentra en puestos de Champions League y con una renta de puntos perfecta para lograr la salvación sin apuros clasificatorios.

Por último, la entidad que preside Carlos Mouriño afirma que "entiende la frustración y decepción que pueden provocar partidos como el de ayer", pero señala que estos sentimientos de protesta y denuncia "deben aflorar una vez concluya el encuentro". Al final la situación de este Celta en el inicio de campeonato es como la historia de la botella medio llena o medio vacía. Unos se fijarán en los dos puntos que se han escapado, en esa oportunidad perdida de firmar un inicio perfecto; otros se refugien en un balance de siete de nueve puntos que dejan a los vigueses como en puestos de Champions League y como segundo conjunto más goleador de Primera División.