En el Torneo Gyeongju participaron 22 formaciones de todo el mundo, lo que lo convierte en una de las citas más importantes de esta categoría. "El nivel era muy alto", reconoce el técnico del conjunto vigués, Álex Otero. El Celta jugó tres encuentros en la fase de grupos ante rivales de China, Japón y Nueva Zelanda. Después se encontró con el New South Wales, de Australia, en los cuartos de final. El encuentro terminó con empate a dos goles y los célticos superaron la ronda en los penaltis. Ante el representante local el Celta sucumbió y se quedó sin la posibilidad de jugar la final. Se consoló siendo tercero a costa del Corinthians brasileño.
Además del torneo, el equipo vigués tuvo tiempo durante su estancia de una semana de jugar otros dos encuentros amistosos. Alex Otero explica: "Es una manera de aprender para todos. Los jugadores viven una situación inédita y crecen como personas y también como futbolistas". Recalca que "una de las claves del buen resultado ha sido el comportamiento de todos. Fue excepcional. No hubo ningún problema". Tampoco de adaptación. La comida fue buena y tampoco se registraron altas temperaturas.
Hugo Álvarez, una de las jóvenes promesas de la cantera céltica, recibió el trofeo como mejor jugador de la competición. El centrocampista completó una magnífica actuación y se consolidó como uno de los principales referentes de su equipo. El Celta también firmó un acuerdo de colaboración con la Federación Coreana de Fútbol. Los vigueses volverán a disputar este torneo al menos durante dos años más. En el mes de enero, tres jugadores de Corea estarán un mes en Vigo invitados por el Celta. Alex Otero advierte que "son magníficos jugadores".
