Que A Illa de Arousa es feudo mayoritariamente celeste volvió a quedar de manifiesto en la noche de ayer. El decimoquinto aniversario de la Peña Carcamáns se convirtió en toda una manifestación de simpatía hacia el Celta, club que tuvo a Rafinha y a Charles como embajadores.

Alrededor de las ocho de la tarde, el vehículo que trasladaba a los futbolistas brasileños llegó a la Taberna de Os Baláns, sede de la peña que cuenta con más socios de todas las que tienen registradas oficialmente en las oficinas de Plaza de España. Los móviles y las cámaras de fotos anunciaban de su llegada. La amabilidad fue total por parte de los dos jugadores que no tuvieron inconveniente en firmar autógrafos durante más de una hora para satisfacer los deseos de los muchos niños que allí se dieron cita.

Tras la recepción en A Illa, Rafinha y Charles se trasladaron al Restaurante Forniños en Cambados para acompañar a los cerca de doscientos simpatizantes que compartieron mesa y mantel. Cabe reseñar que son cerca de ochocientos los socios de toda la comarca con los que cuenta la Peña Carcamáns.

Las fotos y la firma de camisetas prosiguió ya dentro del restaurante. Tanto Rafinha como Charles recibieron varios obsequios por ejercer de padrinos del aniversario de Carcamáns. Además antes de servirse el ágape, ambos jugadores quisieron tomar el micrófono para agradecer el apoyo de la afición. Los cánticos de "Rafinha quédate" interrumpieron en más de una ocasión el discurso del jugador brasileño.

Eran alrededor de las diez y media de la noche cuando los dos embajadores célticos se despidieron de los allí reunidos para tomar rumbo a Vigo. Fueron muchos los que quisieron agradecer su presencia y le acompañaron con cánticos hasta que se introdujeron en el automóvil que les llevaría de vuelta a sus domicilios para descansar de cara al choque de mañana lunes ante el Valladolid en Balaídos.