Pilotes Posada Octavio y Obearagón Huesca, los mejores equipos de División de Honor Plata según se demuestra en la clasificación, confluyen al fin en el cruce de caminos que decide el ascenso directo. La escuadra académica acude a la cita en Navia como líder, con dos puntos de ventaja; los oscenses tienen a su favor la victoria por tres goles cosechada en la ida. Un triunfo local, especialmente si se compensa el average, los situará prácticamente en Asobal con solo cinco jornadas por disputarse.

Es el encuentro que justifica toda la temporada, el último trecho hacia la cumbre soñada. El Octavio no quiere concederle al Obearagón el privilegio de depender de sus propias fuerzas. Al que pierda en este duelo, salvo remontada del Teucro, le quedará el consuelo de organizar la "final a cuatro" por la otra plaza de ascenso. Pero esa ventaja es relativa. "Prefiero jugármelo en mi campo", sostiene el extremo Cerillo, antes de aceptar: "Si se meten los otros dos equipos gallegos, ese plus será menor. Los derbis nunca tienen pronóstico".

La plantilla congrega fuerzas para ahorrarse esa angustia. Los dos entrenadores ocultan sus bazas, las pequeñas dolencias que son propias de la recta final de la temporada. En teoría, ambas escuadras presumen de su amplio arsenal; a ambas les conviene un ritmo vivo de partido. En la práctica, Quique Domínguez limita su uso a las piezas más rentables: la genialidad de Cacheda, la sabiduría de Fran González, la valentía de Cerillo, el talento cerebral de Montávez que tanto se ha añorado por culpa de las lesiones.... Mikalauskas, Barisic o Abramovich apenas han contado. En defensa, Frade y Cerqueira se agigantan. Mucho depende como siempre de la inspiración de Xavi Díaz. Le toca el duelo con García Lloria, que en Vigo vivió a la sombra de Pasqui y que conoce bien el catálogo de lanzamientos de los hombres de la casa.

El Obearagón, por su parte, se alimenta de la conexión con el pivote y de una defensa abierta, agresiva, que los zapadores académicos intentarán horadar.

La semana ha estado presidida por la guerra psicológica. Los aragoneses se muestran mansos. "Nuestro objetivo era la fase de ascenso. Vamos sin ningún tipo de presión, a divertirnos", proclama el técnico visitante, José Francisco Nolasco. El presidente del Pilotes, Javier Rodríguez, recoge el mensaje y lo reinterpreta: "Estoy orgulloso de que mi equipo se presente a este encuentro con la presión de ser líder. Mejor eso que colista".

Rodríguez se siente cómodo en estos escenarios. Quiso cambiar el partido al domingo para poder jugar en el Central, ocupado hoy por la Copa de España de patinaje. El Obearagón se negó. Rodríguez promete, en castigo, que el pabellón de Navia, más pequeño, será una olla a presión. Se espera el lleno.

La pareja arbitral, los impredecibles hermanos Vinagre, constituyen otro argumento en la batalla. Es un elemento esencial en una labor tan interpretativa como la del balonmano. La presencia del poderoso Rodrigo Costas como informador es un arma de doble filo. Provoca muchas veces que los colegiados quieran probar en Vigo su personalidad. En Huesca, Quique Domínguez confesó haber sufrido el arbitraje más surreal de su carrera. El pontevedrés muestra su lado diplomático. "Eso queda muy lejos. No tengo nada que opinar sobre los árbitros", asegura. Rodríguez, en cambio, se muestra irónico: "Me conformaría con tener el mismo arbitraje que el Obearagón tuvo en su casa". Nolasco participa en la partida: "El ambiente, más que a nosotros, influirá en los árbitros. A ver si aguantan la presión", ha declarado.

Es día de juicio, prácticamente sin derecho a apelación. Navia se vestirá de colorado, según la iniciativa "al rojo Vigo" que se promueve en las redes sociales. La ocasión justifica el esfuerzo.

Lugar y hora: Navia. Árbitros: José Luis y Juan Manuel Vinagre Vázquez.