El preparador celeste admite que las bajas en defensa han pasado factura pero opina que sería "de mediocres" perder un segundo en lamentaciones; reconoce que rendimiento ofensivo del equipo ha bajado, pero se siente obligado a confiar en la gente que ha llevado al equipo hasta aquí; desvela que los jugadores se sienten bloqueados pero se niega a aceptarlo y centra todos sus esfuerzos en convencer al vestuario de algo que él nunca ha dudado: que el Celta no es peor que el Betis o el Rayo. Lo ha demostrado durante tanto tiempo que le resulta imposible dudarlo, pero a la vez es consciente de que la competición no concede segundas oportunidades. La reacción ya no puede esperar.

– ¿Ha tenido tiempo en estas últimas horas para reflexionar sobre qué le pasa al Celta? ¿Cómo ha podido cambiar tanto en tan poco tiempo?

– La reflexión la haces siempre, tanto si se gana como si se pierde. Cuando pierdes cuatro partidos y en medio de ellos has empatado uno, la reflexión que cabe es más profunda, aunque no necesariamente más certera.

– ¿Y a qué conclusión ha llegado sobre esta racha tan negativa del equipo?

– Para mí las conclusiones de los dos primeros partidos de casa, frente al Huesca y Villarreal, son distintas del resto. Estos dos partidos los perdimos por nuestro desacierto de cara al gol, nada más, aunque sí me parece que esta situación ha hecho que el equipo entrase en dudas. Hay que sumar claramente que llevamos una racha negativa de gente fuera del equipo que, lógicamente, nos ha afectado. Pero la reflexión final, que es la más importante, es que no somos los mismos. Han entrado dudas dentro del vestuario y esto es lo que hay que cortar de raíz. Después de perder en Balaídos con el Villarreal dije que el mejor partido que nos podía tocar para disipar las dudas era el Granada, pero no fue suficiente.

– En un campo tan complicado como los Cármenes el Celta dio la talla, como casi siempre ha hecho fuera de casa. Pero en Balaídos parece que el equipo se encoge. Es verdad que últimamente el rival ha marcado primero pero el equipo tenía antes una fe para remontar de la que ahora carece.

– Efectivamente el equipo no es el mismo. Es la crítica que tenemos que hacer y reconocer. No somos los mismos que hemos sido hasta ahora. En estas últimas cinco semanas hemos entrado en un túnel, pero que tiene salida. Es un túnel muy negro, pero la luz está al fondo. Estoy convencido de ello porque este equipo lo ha demostrado de sobra. El problema es que tenemos que salir a la luz cuanto antes, ya no podemos esperar más.

– Y no será que lo anómalo era lo otro: perder un partido cada tres meses y medio. Convivir con la presión de la derrota es algo nuevo para este Celta y esto también se ha tenido que notar en el ánimo de los jugadores.

–En el ánimo claro que se nota. La plantilla está muy tocada. Después del partido [con el Recreativo] charlé con los jugadores para intentar levantarles el ánimo. Y los jugadores me decían que estaban bloqueados. Y esto es algo que no puedo permitir. Me rebelo contra ello. Tengo que expresarles, gritando si hace falta, que si hemos sido capaces de ser los mejores durante tanto tiempo, más de media vuelta, es que los somos. Y no tenemos ningún derecho a caernos. Me gustaría gritarlo a los cuatro vientos con ánimo. Hemos sido muy buenos y no tenemos derecho a caernos. Esto es lo que quiero expresar. Pero también es muy importante saber que el tren pasa por delante de nuestra puerta una sola vez. Y si no lo coges tú, lo cogen otros.

– Sí, porque el equipo está en una situación muy delicada. Se arriesga a perder de vista a los dos de arriba pero también a que lo cacen los que vienen pisando fuerte desde atrás.

– Así es. Insisto en que el tren pasa una vez por delante de tu puerta y si tu no lo coges en la siguiente estación lo coge otro. Pero estamos a tiempo de cogerlo. Depende únicamente de nosotros. Yo estoy convencido de que podemos. En esto soy totalmente optimista y me gustaría que los jugadores no me dejasen mal.

– En defensa ha habido bajas importantes que se han notado, pero tal vez lo más llamativo del bajón del Celta es que, de un tiempo a esta parte, su balance ofensivo es muy pobre.

– Tenemos que reconocer claramente que las lesiones de Hugo [Mallo] y [Jonathan] Vila han sido importantes para el equipo. En medio de esto hemos tenido todas las semanas un expulsado por una u otra circunstancia. Y la última es imperdonable. Pero a nadie se le escapa que Trashorras, Quique y David no son los mismos. Es así. Y no quiero señalar a nadie, lo que quiero decir es que han sido jugadores muy importantes todo el año y que es lógico y humano que en algún momento tengan un bajón. Lo raro es que los tres tengan un bajón al mismo tiempo y esto lo hemos acusado. Pero tenemos que darle la vuelta a esto. Ser más positivos que nunca porque es el camino que nos queda y seguro que esto se arregla con trabajo.

– ¿Se plantea mover alguna pieza o cambiar el sistema? Supongo que es difícil cambiar lo que ha funcionado tan bien hasta ahora, pero a lo mejor conviene darle al equipo alguna vuelta de tuerca, sobre todo pensando que últimamente hay menos espacios para armar el contragolpe, que es lo que verdaderamente ha funcionado.

– La mayoría de los partidos los hemos intentado manejar con posesión, sacando la pelota jugada desde atrás. Pero ni siquiera en esas hemos encontrado el camino. Tengo claro que no es un problema de sistema, sino de autoestima, de autoconvencimiento, de cariño por nosotros mismos. Todos los equipos nos han estudiado, se han preocupado por nosotros y han tenido un resultado negativo. ¡A ver si ahora todos han encontrado el camino! Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos y somos nosotros los que tenemos que darle la vuelta a la tortilla.

– Si el problema del Celta es de autoestima, jugar en el Benito Villamarín es lo mejor que le puede pasar ahora mismo.

– Por supuesto. Y no va a ser un partido como el de Granada. Un partido como del de Granada lo perderíamos ocho de cada diez veces, es decir que tendríamos un 20 por ciento de posibilidades de empatar y un cinco de ganarlo. El partido del Betis no puede ser así. Pueden pasar dos cosas: o hacemos el ridículo y perdemos porque hemos ido a ganar o ganamos igual que lo hemos hecho en el campo del Rayo, o del Elche, que ahora va cuarto, o del Cartagena. Yo creo en el convencimiento personal. El mío es total y ahora falta que también lo sea el de los jugadores.

– ¿Yendo ahora mismo a Sevilla viene mejor o peor que el Rayo haya ganado al Betis?

– Yo hubiera preferido que ganase el Betis porque quiero ganar en el campo del Betis y la distancia con el Rayo, que todavía tiene que pasar por Balaídos, sería más corta. Habría preferido que ganase el Betis pero, insisto una vez más, esto no es lo más importante. Lo verdaderamente importante es que nos reencontremos con nosotros mismos, que seamos capaces de volver a querernos.

– Le decía lo del Betis porque tiene este mes un calendario bastante complicado, pues, tras jugar con el Celta, viaja consecutivamente a Elche y Cartagena.

– El Betis fuera de casa sufre un poco más de lo que hemos sufrido nosotros o el Rayo en algunos partidos. En casa es muy fuerte aunque también haya tenido momentos malos. Pero a mí no mi interesa ni me preocupa un segundo el Betis. Solo pienso en nuestra recuperación. Y me viene continuamente a la cabeza una frase que no sé donde he escuchado pero que se me ha quedado grabada para siempre. Y es que las creencias falsas se vuelven realidades verdaderas. Y cuando un equipo está mal, si logra pensar que está bien y darle la vuelta con trabajo e ilusión, se vuelve una realidad verdadera. Y lo digo gritando: ¡Hay que morirse en cada entrenamiento para ganar el domingo en el campo del Betis! – Volviendo al Celta, la impresión es que al equipo se le ve mucho más nervioso en Balaídos, quizá porque últimamente ha tenido que remontar un marcador adverso y han aparecido los nervios y el exceso de precipitación.

– Bueno,quizás es porque estamos obligados a mover más la pelota y siempre que juegas en casa tienes la responsabilidad de tu público y de darle el premio de la victoria o del buen juego. Preferiblemente los dos, pero al menos uno de ellos y esto te obliga a un doble esfuerzo. No estamos respondiendo y es imperdonable. A mí me habían comentado que el público de Balaídos era muy complicado y no es cierto. Todo lo contrario. Ojalá en muchos sitios en los que estado hubiese tenido este publico. El otro día íbamos perdiendo dos a cero y la gente seguía animándonos. A principio el equipo recuperó el favor de la afición gracias a su esfuerzo y ahora tenemos la obligación que volver a hacer lo mismo. Se lo merece y se lo debemos.

– ¿Le complica un poco las cosas la reaparición de Borja Oubiña? Quiero decir, ¿le genera algún problema su ubicación?

– En absoluto. No se trata de eso. Borja ha ido entrando porque en estas últimas semana hemos tenido necesidad de él. Se ha caído López Garai, se ha caído Bustos, hemos probado una nueva situación en el lateral derecho, en definitiva, nos han faltado piezas. Toda esta serie de problemas han llegado juntos y han facilitado la entrada de Borja en el equipo. Y Borja lo ha hecho bien. Pero, si recuperamos a todo el mundo, y hay que tomar la decisión de que él no esté, pues no estará y punto. Es uno más de la plantilla y jugarán los que yo considere oportuno. Y esto vale para Borja, para Quique, para Trashorras, para quien sea.

– ¿Qué pasa con Joan Tomás? Mi impresión es que no ha tenido tantas oportunidades como otros y para el poco tiempo que ha jugado sus números son excepcionales.

– Bueno, no podemos olvidarnos de que lleva cuatro semanas lesionado.

– Me refería a antes de lesionarse y porque me parece un jugador que quizá pueda jugar u papel importante en el equipo de aquí en adelante.

– Hay una explicación. Es una explicación sencilla, que él conoce porque a mí me gusta que los jugadores sepan qué pasa. Joan ha sido un jugador muy importante a principio de temporada y hay que reconocerlo así. En cada momento que ha salido nos ha dado muchísimo. En los partidos que ha jugado como titular ha estado fantástico en casa y los dos de fuera, tanto en Girona como en Villarreal, flojo. Pero siempre ha sido un jugador importante para nosotros. ¿Qué ocurre? Pues que llega un momento en que las cosas van tan bien que yo creo que es la hora de dar la oportunidad a otros y que no todo se centre en Joan porque me podía cargar a otros. Si él lo hubiese jugado todo, quizá ahora me preguntarías por qué no han jugado más gente como Iago o como Dani. Y esto ha sido lo que ha pasado, la necesidad de dar vida a otros que también lo merecían. Pero Joan sabe que la semana en que se lesionó, es decir, hace cinco semanas, iba a volver al equipo titular.

– A lo mejor ha llegado el momento de dar la alternativa a gente del banquillo. ¿Se lo plantea para Sevilla?

– Puede ser. Durante varias semanas he tratado de mantener el equipo que más o menos ha venido jugando tan bien hasta ahora. Pero si veo que la gente no reacciona y hay jugadores que continúan por debajo de lo que nos han dado hasta ahora, pues habrá que pensar que tenemos otros. Es una opción real que valoraremos en función del trabajo de esta semana. Pero también hay que tener en cuenta que en ese caso hay que decirle a un chico que no está jugando que tiene que rendir precisamente en el partido más difícil. No es fácil por eso y pasa lo mismo con los jóvenes. En las últimas semanas también me he planteado, por ejemplo, la posibilidad de dar la alternativa a Jota o a Víctor Vázquez pero al final he pensado que eran otros los que tenían que sacar las castañas del fuego.

– ¿Hasta qué punto le preocupa la situación de Hugo Mallo? Lo digo porque parece que ha habido cierta disparidad de criterios sobre que solución tomar.

– Estoy preocupado mientras haya una posibilidad [de recuperar al jugador]. Seguramente en una semana o diez días no haya ninguna posibilidad y mi preocupación será de otro estilo. Pero yo no nunca me he quejado de la plantilla. Sí he lamentado no tener a jugadores que lo están haciendo muy bien. Pero, una vez más, yo no busco excusas. Las excusas son para los mediocres, así que no me voy a quejar. Somos los que somos en plantilla y tenemos que hacerlo igual de bien con independencia de que falte Hugo Mallo, Vila o quien sea. Me gustaría tenerlos pero si no están no voy a perder un segundo en lamentaciones porque tengo que confiar en la gente que tengo disponible.

– ¿Cuándo se va a tomar la decisión definitiva de si pasa por el quirófano?

– Pues en una semana o diez días. Posiblemente en diez días.