"Habrás de ir a la guerra que empieza hoy", creación de teatro contemporáneo dirigida por el vigués Pablo Fidaldo y que ha recorrido con éxito numerosos escenarios de España y Portugal llega ahora a Francia. De hecho esta pieza, que recrea parte de la historia familiar del propio autor, fue elegida mejor espectáculo del año en Portugal, en 2015. El Theatre de la Ville acogerá el estreno el 6 de mayo dentro del Festival Chantiers d'Europe. Además, Fidalgo acaba de publicar el libro de poemas "Esto temía, esto deseaba" (Pre-textos).

- "Habrás de ir a la guerra que empieza hoy" ha recorrido parte de España y Portugal pero, ¿para cuándo en Vigo?

-Para nunca. El proyecto fue creado con la idea de ser estrenado en el Marco, ya que es el lugar donde el protagonista, Giordano Lareo, tío de mi abuelo, estuvo encarcelado en el 36. Pero la situación imposible en la que el Concello ha puesto al museo lo ha hecho inviable año tras año. Hablo con otros artistas de Vigo y hay un deseo común de que se pongan en valor las estructuras de creación y difusión del arte, más allá de localismos cortos de miras y disputas políticas estériles, para poder alcanzar el potencial que el museo y la ciudad tienen. Para los que hemos crecido con el Marco, la pérdida de ese espacio es una tragedia. "Habrás de ir a la guerra que empieza hoy" es una pieza que tiene su sentido completo allí, en esas salas, y, sin embargo, visita antes el Théâtre de la Ville.

- ¿Cómo ser recibe esta pieza en otros países?

-Como "O estado salvaxe", se recibe como un acto de justicia poética con una historia que sigue siendo silenciada. La distancia sobre la historia de España se agradece, porque permite pensar, permite un análisis más frío de las cosas y permite pensar en la complejidad de nuestra historia. Hasta que no asumamos eso, será difícil avanzar.

- ¿Qué otros proyectos escénicos tiene a largo plazo?

-El Festival Escenas do Cambio, que dirijo y que se celebra cada año en la Cidade da Cultura, ya va por su cuarta edición. La mayor parte de mi tiempo está dedicado a este trabajo ya que cada edición comienza a prepararse con dos años de antelación. Y el año que viene haré una nueva producción en Portugal, algo que tiene que ver con la anarquía, entre Durruti y Simone Weil?

- Por otra parte, acaba de publicar el libro de poemas "Esto temía, esto deseaba", ¿así ocurre también en la realidad?

-El título es un verso de un libro del poeta italiano Mario Luzi. Es, seguramente, el último verso que escribió en su vida, cerca de los 100 años. Creo que es un verso que recoge bien este momento que vivo y tiene que ver con un estado del mundo. Es un libro escrito en su mayor parte en Italia, que es un país capaz de lo mejor y de lo peor. Para mí el deseo siempre está unido a la angustia, al ansia, al peligro, a lo oculto. Lo evidente no es deseable. Y en ese deseo oscuro, al que tantos ya han escrito, hay una forma de vida, hay una fe nueva. Igual suena raro, pero la poesía solo puede existir en una dimensión sagrada del lenguaje.

- Este libro está formado por poemas más extensos, menos narrativos...

-Los escribí en los últimos tres años en Gioiosa Marea, en Montpellier, en Copenhague, en Goteborg, en Punta Arenas, en Buenos Aires? Si el anterior libro hablaba de mi historia familiar, este es un libro escrito en viaje: el viaje como experiencia de la historia. Por otro lado, es cierto que son poemas largos, diferentes a los que había escrito hasta ahora, más abstractos, menos narrativos y, al mismo tiempo, es una recapitulación de la juventud. Ya acabó el tiempo de formarse, de ser una promesa, hay que dar la cara, hay que ser independiente en todos los sentidos. Los poemas piensan alrededor de esas ideas.

- Lisboa protagoniza algunos de sus poemas, ¿ por qué esa fascinación por el país vecino, en el que reside?

-Llevo cinco años en Lisboa, aunque últimamente estoy dando muchas vueltas por ahí. Lisboa será siempre una ciudad increíble, a pesar de que en los últimos años es más difícil vivir en ella. En Lisboa encontré condiciones para trabajar, interlocutores, un modo de entender el arte, la literatura y también la gestión cultural que nunca encontré en Madrid. Y, además, la tradición de la poesía portuguesa, desde Eugenio de Andrade y Sophia de Mello, a Luiza Neto Jorge o Daniel Faria, ha sido decisiva para mi escritura.

- ¿Por qué contar a través de la poesía?

-Yo no creo que cuente nada. La poesía puede incorporar lo narrativo, pero no puede ser solamente narración. Creo que la poesía, en oriente, siempre fue una herramienta para acompañar el viaje, que es siempre humilde y solitario. Y lo que se ve, finalmente, es la construcción de un de una vida, un lenguaje y una sensibilidad. Para eso hace falta pararse, mirar, darse tiempo. Gunnar Ekelöf escribió: "Renunciar, eso es lo único que da poder".