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Arte histórico

El Prado comparte sus tesoros gallegos

La pinacoteca madrileña permite la consulta online y gratuita de cuadros de autores galaicos o con estampas o protagonistas de la región - Obras de Sotomayor, Serafín Avendaño, Villaamil o Antonio Puga, a un clic

El ferrolano Genaro Pérez Villaamil y Duquet (1807-1854) pintó su página vital entre los grandes. Relatan los ´cronistas´ del Museo del Prado que tras alabar José Zorrilla (autor de Don Juan Tenorio) su pintura pronto alcanzó fama internacional, tanta que el rey Luis Felipe de Francia le adquirió cuadros a través de un barón. Desde hace unos días, la obra de Villaamil en el Museo del Prado está más cerca e incluso puede ser contemplada desde casa. No hace falta poner rumbo a la capital española, tecleando en internet www.museodelprado.es y escribiendo el nombre del autor se tiene acceso a las 16 obras que custodia la pinacoteca. Esta web permite conocer las obras de otros autores gallegos u obras de foráneos que plasmaron paisajes, gentes o motivos gallegos.

Álvarez de Sotomayor, Serafín Avendaño, Antonio Puga, Fernández y Rodríguez, Gregorio Fernández o Santiago Bonome son algunos nombres galaicos que van surgiendo en cuanto se empieza a bucear en la página.

Entre los tesoros de foráneos sobre motivos o personajes gallegos, se encuentra el cuadro de Goya "Duelo a garrotazos" o una foto de 1858 de un autor galo que muestra un cuadro del asturiano (pero asentado en Santiago varios años) Dionisio Fierros Álvarez sobre una romería cercana a Compostela.

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Volviendo a los autores patrios, hay que resaltar las obras del vigués Serafín Avendaño (Vigo, 1837-Valladolid, 1916), que fue alumno de Villaamil. "Una fuente en Galicia" (1897) es una muestra clara de cómo plasmó su país. Este lienzo logró una segunda medalla de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se completó con un viaje a Italia.

Un ferrolano de renombre y que incluso llegaría a dirigir el Prado durante más de 30 años fue Fernando Álvarez de Sotomayor y Zaragoza (Ferrol, 1875- Madrid, 1960). Considerado uno de los mejores retratistas de la época, recibió encargos de la Corona española, aristócratas, intelectuales o financieros. "Segador gallego, montaña de Arzúa" es uno de sus óleos que alberga la colección del Museo del Prado. También cuenta con retratos de sus hijas y su esposa, Pilar de Castro Gómez.

Anterior fue el escultor Gregorio Fernández (Sarria, 1576-Valladolid, 1636). Entre sus obras destacadas, se encuentra la Piedad del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, sus franciscanas descalzas de Monforte de Lemos. Cuenta Belda Navarro que fue el escultor preferido de los reyes Felipe III y Felipe IV.

Otro nombre importante también fue el de Antonio Puga (Ourense, 1602-Madrid-1648). Este autor participó junto a Eugenio Cajés (su maestro) en la ejecución de dos cuadros de batallas para el salón de reinos del Palacio del Buen Retiro. Desde el Museo del Prado, reconocen que "su obra es mal conocida, razón por la cual se le han atribuido obras de género de otros autores. Una de sus obras culmen se encuentra en Gran Bretaña, en el Bernard Castle. Se trata de "San Jerónimo". El Prado cuenta con "Anciana sentada" y le atribuye el continuar el cuadro de Cajés "Recuperación de San Juan de Puerto Rico" que también se puede ver en la web.

Uno de los autores más actuales con obras en el Prado es Santiago Bonome Rodríguez (Compostela, 1901-París, 1995). Este escultor se formó con Francisco Asorey en Santiago aunque , después, amplió estudios en Madrid, Londres y Nueva York. Llegó a pintar, no obstante, retratos de Valle-Inclán, Camilo Díaz y del sepulcro del escritor Pérez Lugín (La casa de la Troya).

Dos protagonistas gallegos en un cuadro de Goya

  • El cuadro "Duelo a garrotazos", de las Pinturas Negras, de Goya fue realizado entre 1820 y 1823. El propio Museo del Prado apunta en la historia del lienzo que los dos protagonistas eran boyeros (personas que guardan bueyes o los conducen) y que la tradición los consideraba gallegos, si bien ningún autor ni obra ha titulado la escena como 'Dos gallegos'.A medio camino entre mural y lienzo -sus dimensiones son de 125 centímetros por más de dos metros y medio-, en "Duelo a garrotazos" destacan los pigmentos oscuros y negros. Éstos además del tema sombrío apoyan la inclusión de la obra entre las Pinturas Negras.La casa donde se crearon y mostraron, la Quinta del Sordo, que Goya adquirió a las afueras de Madrid junto al Manzanares, fue derribada alrededor de 1909. Algunos creen haberla encontrado en el Madrid actual. Otros aseguran que su rastro se perdió para siempre.De su época, quedan unas fotos del artista francés Jean Laurent que captó el conjunto in situ. Dichas fotos fueron incluidas en el catálogo del Museo del Prado en 1900.Las Pinturas Negras fueron creadas "directamente sobre la pared seca, no al fresco", aclara la institución cultural madrileña."Duelo a garrotazos" también se conoció como "Dos forasteros". Así lo redactó el pintor Antonio Brugada cuando realizó el inventario a mediados del siglo XIX de las obras en poder del hijo de Goya.Tras realizar radiografías a los cuadros, el Museo del Prado constató que hubo otras escenas bajo ellos, de "difícil interpretación" y con pequeñas figuras.

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