Río Frío denuncia con una valla publicitaria el riesgo de incendio junto a las viviendas

Los vecinos de este núcleo residencial de Chapela llevan reclamando sin éxito desde 2016 que se desbroce el monte y se talen los árboles pegados a sus casas como obliga la ley

Imagen del panel publicitario situado en la Avenida de Redondela, en la entrada de Chapela.

Imagen del panel publicitario situado en la Avenida de Redondela, en la entrada de Chapela. / ANTONIO PINACHO

Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

Muchos conductores que a diario circulan por la Avenida de Redondela se habrán sorprendido en los últimos días con una valla publicitaria en la entrada de Chapela en la que se invita a visitar Redondela durante el verano, ilustrada la imagen de un monte completamente calcinado tras un incendio forestal. No se trata de una campaña de promoción turística del municipio, sino de la reivindicación ideada por los vecinos de Río Frío, en la zona alta de Chapela, para llamar la atención sobre una situación que llevan denunciando desde hace años sin que desde el Concello les ofrezcan una solución.

“Achégate este verán e déixate deslumbrar coa maravillosa paisaxe que ofrece un concello sen plan de incendios. Quedarás sen aliento”. Este es el irónico eslogan que acompaña la foto con el que alertan del problema que padecen los residentes de Río Frío que viven pegados a la Senda da Auga, una zona que en 2008 sufrió un grave incendio forestal que a punto estuvo de llegar a las casas de este núcleo residencial. En aquella ocasión quedó en un susto que aún no han conseguido olvidar, pero con el paso de los años la masa forestal quemada ha ido rebrotando sin control y los eucaliptos, pinos y acacias vuelven rodear sus propiedades. Se trata de árboles de hasta 15 y 20 metros de altura encima de los muros de sus fincas, a escasos metros de las viviendas, por lo que temen que la peor pesadilla de sus vidas pueda volver a repetirse.

Los vecinos de Río Frío afectados por la cercanía de los árboles a sus casas.

Los vecinos de Río Frío afectados por la cercanía de los árboles a sus casas. / MARTA G. BREA

“Ante esta amenaza junto a nuestras casas por el alto riesgo de incendio llevamos reclamado al Concello de Redondela desde el año 2016 que obligue a los propietarios de los terrenos forestales a que realicen una tala de los árboles más próximos al núcleo residencial”, explica Pepe Gil, uno de los afectados y testigo directo de aquel grave episodio ocurrido en 2008.

Sin embargo, hasta el momento todas sus quejas no han servido para nada, a pesar de la que Lei de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia obliga a mantener desbrozada una franja de 50 metros alrededor de las zonas urbanas. La única respuesta recibida del Concello es que tras la inspección realizada por el técnico forestal en julio del pasado año se incluyeron un total de 26 parcelas de monte afectadas para la gestión de la biomasa, sin embargo solo consiguieron los datos de cinco de los propietarios, a los que se les realizó el correspondiente requerimiento para que limpiaran sus propiedades. Pero hasta el momento ninguno hizo nada, por lo que los vecinos temen que llegue el verano y todo continúe igual.

Capacidad económica

“Igual que se hace con la limpieza de maleza en las fincas, el propio Concello debería hacerse cargo del desbroce y la tala si no localiza a los propietarios. Pero nos dicen que no tienen capacidad económica para ello, por lo que nos condenan a vivir con ese riesgo en la puerta de nuestras casas”, se queja Gil.

Pero es que además el fuego no es el único peligro que afecta a esta zona urbana. También el viento con los fuertes temporales del invierno supone una amenaza, puesto que ya se ha caído alguno de los árboles y en caso de precipitarse sobre una casa podría causar una desgracia.

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