El primer hotel canino del Baixo Miño abrió sus puertas a primeros de este mes en Tomiño, para alojar a sus primeros clientes. Las mascotas tienen trato VIP con juegos, caricias, peluquería, mimos, sofá y adiestrador, si su amo lo pide.

Lorena Vila Gómez es la propietaria, con nueve años de experiencia. El hotel está situado en una nave a 100 metros de la carretera Tomiño-Gondomar, a la altura del cruce en dirección Areas (Tui). Actualmente hay cinco perros, pero se espera la llegada de dos en esta semana y de 4 o 5 en Semana Santa. Tiene guardería de día, servicio de recogida y entrega a domicilio y vigilancia permanente.

Una veterinaria (autónoma) realiza chequeos y también se encarga de la peluquería. A petición del dueño, hay servicio de adiestrador que "hace una entrevista al perro y otra al amo", cuenta David González Oliveira, socio capitalista, a la hora de explicar la observación del comportamiento del animal en relación a su dueño, para proponer el tipo de adiestramiento adecuado. Está descartado el de guarda y defensa.

Las "suites" están formadas por 30 caniles amplios y hay perros que pueden estar juntos. Tienen ventilación automática, con apertura y cierre de ventanas según la temperatura. Duermen sobre camas acolchadas, se alimentan con pienso de gama alta, adaptado para cada tipo de perro. A las 10 de la mañana, después de desayunar, salen al patio a jugar, con vigilancia. Como dice Lorena, "los peludos son felices aquí".