Llegó a lo más alto pero nunca se olvidó de sus orígenes. José Seoane Seoane (1928), vecino de la parroquia de Uma (Salvaterra) y muy ligado a Ponteareas falleció en Lisboa, a donde emigró siendo niño y donde consiguió levantar una prestigiosa cadena hotelera y adueñarse de gran parte de la Plaza de Rossio dedicándose a la promoción inmobiliaria.

Como gallego ilustre recibió la Medalla de Galicia en 2005. Filántropo en su pueblo, sus vecinos le agradecen sus donaciones para renovar la iglesia y poder ampliar el cementerio.

Generoso, ayudó económicamente, incluso con aportaciones mensuales, a distintas personas que atravesaban apuros, tanto en Lisboa como en Galicia.

Quienes le conocen bien lo describen como un hombre cabal y de palabra, incapaz de lucrarse perjudicando a los demás, leal y de corazón inmenso.

Destacó en su trayectoria profesional por su "buen ojo" para los negocios y las compra-ventas, un "tipo listo" que nunca efectuó ninguna operación faltando, ni tan siquiera, a un acuerdo verbal.

Muy listo y con gran vista comercial, permaneció en Lisboa en los años posteriores a la Revolución de los Claveles cuando todos escapaban y tuvo éxito en sus operaciones.

Ejemplo de éxito en la emigración, siempre estuvo ligado a su tierra. Amante de la lamprea, visitaba Arbo y As Neves una vez al mes, en los meses de temporada, para saborearla en los restaurantes de la zona con sus amigos.

Al frente de su negocio seguirán sus adorados hijos Antonio, José Luis y Herminia. Su entierro es hoy a las 17.00 horas en Uma.

*Empresario y amigo