El agua de la red pública de suministro de Baiona se puede beber. Según asegura la concejala de Medio Ambiente, María Iglesias, es "perfectamente potable", según los análisis efectuados por la empresa concesionaria del servicio, Gestagua, tras los altos niveles de aluminio detectados por la Consellería de Sanidade, con valores de entre 800 y 2.500 gramos por litro, cuando el máximo recomendado es de 200.

Según los estudios de Gestagua, la edil asegura que se trata de un "hecho puntual" que se está resolviendo. Iglesias explica que el agua depositada en el fondo del embalse de Baíña contiene gran cantidad de metales. El volumen de la presa se ha incrementado más de un 13% y ha subido tres metros en tres días con las últimas precipitaciones, lo que ha contribuido a revolver el caudal e incrementar la turbidez.

Precisamente por este motivo, habían subido los niveles de hierro y se aplicó un tratamiento de policloruro de aluminio para bajarlos, que ha traído como consecuencia el repunte del aluminio.