No podía llegar al sur de Pontevedra el ex bombero británico Martin Hutchinson en un momento más oportuno, en el que la alarmante sequía provoca restricciones de agua en empresas del área de Vigo y los embalses de Eiras y Zamáns registran su mínimo histórico, rozando el 35% de capacidad.

Hutchinson es conocido como el “caminante verde” o el “Forrest Gump medioambiental”, ya que a sus 55 años lleva doce dando la vuelta al mundo concienciando sobre el cambio climático, el calentamiento global y el daño causado por el ser humano en medio ambiente. Comenzó su peregrinaje a pie por Sudamérica para luego dar el salto a Europa y cambiar su medio de transporte a la bicicleta. Además incorporó a su expedición un fiel compañero, el perro Starsky, que encontró abandonado en la localidad lusa de Portimao y decidió adoptarlo. El azar, la casualidad o la causalidad quisieron que Martin hiciera parada esta mañana (con la única compañía de su bici y su mascota) en el Concello de Mos para pedir indicaciones sobre cómo llegar a la base de bomberos de Vigo y para exponerle su proyecto a la alcaldesa mosense, Nidia Arévalo, y al concejal de Medio Ambiente, Cándido Pérez. Tras reunirse con los representantes municipales, que le ofrecieron pernoctar en la base del Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil situado en A Veigadaña, decidió instalarse, al menos por esta noche, en Mos y grabar sendos vídeos de concienciación para su popular canal de YouTube en la zona cero mosense de los incendios del pasado octubre, en Louredo, y en los embalses de Eiras y Zamáns. Martin Hutchinson llegó a Mos procedente de Portugal, país que lleva meses recorriendo en su bicicleta. Ahora se dirige hacia el norte y su siguiente parada, después de España, será Francia.

Hutchinson es especialmente sensible con los paisajes anegados de basura y plástico que lamentablemente cada vez son más frecuentes. Su voluntad de concienciación nace con un imprescindible componente educacional, por eso ha sido ponente altruista y desinteresado en universidades y colegios de los diferentes países por los que viaja. Este aventurero considera que la debacle medioambiental está teniendo consecuencias sobre nuestra salud, apuntando que muchas de las enfermedades contemporáneas tienen como detonante la contaminación.

En su recorrido por el mundo destaca las dificultades que encuentra para lograr alojamiento al que acceder con su bicicleta. Dice que muchas veces logra dormir seguro gracias a la colaboración de los bomberos o de particulares, pero la mayoría de las veces tiene que acabar haciéndolo en la calle. Vive de manera muy sencilla, sin gastar prácticamente nada y tirando de ahorros cuando lo precisa. Hutchinson solo acepta alojamiento, comida y apoyo para difundir su mensaje, ya que no quiere, de ninguna forma, lucrarse con esta hazaña medioambiental que ya se ha convertido en su estilo de vida.

Su peculiar peregrinaje es testigo directo y veraz del deterioro medioambiental mundial, una degradación tristemente acontecida por la acción del hombre. Una afirmación que argumenta con los más de 7.000 vídeos que tiene colgados en YouTube.