Con el orgullo de llevar por el país el nombre de su parroquia, Chapela, el ciclista Albi Rozas ha sumado una nueva proeza. Sobre dos ruedas completó en poco más de dos días la Ruta de la Plata, de Cádiz a Santiago de Compostela. La semana pasada, el lunes partió de la ciudad andaluza y tras recorrer "del tirón" 1.061 kilómetros se plantó ante la Catedral en la noche del miércoles. Fueron 52 horas y 38 minutos de esfuerzo, con solo dos cortas paradas para echar una cabezada. Albi afirma que "todo salió a pedir de boca" y agradece todo el apoyo recibido desde Chapela para hacer realidad esta aventura.

Hace un año, Albi Rozas hizo una proeza similar: completó en 38 horas el Camino de Santiago desde Roncesvalles. Aficionado a las rutas largas en bicicleta, cuenta que "aquella experiencia me gustó y mis vecinos me animaron a seguir con esto". Varios establecimientos comerciales de Chapela le brindaron apoyo y decidió retarse a sí mismo con otros mil kilómetros.

En esta ocasión contó con un vehículo de apoyo, que resultó fundamental para el éxito de la aventura. "Me quitó el peso de la mochila y pude llevar comida en vez de tener que pararme a comprarla". La alimentación sobre la bicicleta consistía en frutas, pasas o azúcar en sobre, además de bebidas isotónicas. La carrera le hizo gastar 27.000 calorías. También pudo hacer frecuentes cambios de maillot para evitar que acumulase sudor.

"Iba mejor preparado, la experiencia del anterior viaje me hizo aprender mucho", dice Albi, satisfecho de haber realizado su sueño y de los ánimos recibidos. "La gente de los pueblos por los que pasaba salía a aplaudirme, porque a través del Facebook se habían enterado", dice.

El momento más duro de la ruta fue "pasando Zamora, de noche, por el frío que hacía se me congelaban las manos". De día el calor era su mayor enemigo. Pese a todo, Albi afirma que "me encontré buenas carreteras y conductores que respetaban la distancia de seguridad", con lo que al final su aventura "salió mejor de lo que esperaba".

Albi se plantea ya un nuevo reto para el año próximo, si consigue patrocinos para hacerlo realidad. Su objetivo es otra vez llegar a Santiago, desde Roma: completaría así unos 2.500 kilómetros en bicicleta. "Pero esta vez corriendo de día y durmiendo de noche", advierte.