El paseo por el litoral de Camposancos, en A Guarda, presenta un nuevo aspecto de cara al verano tras rematar la reparación de los daños causados por los temporales del invierno. La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Ana Ortiz, acompañada del teniente alcalde de A Guarda, Miguel Español, y de la jefa del servicio provincial de Costas, Cristina Paz-Curbera, recorrieron la senda litoral que bordea el monte de Santa Trega para supervisar el resultado de la reforma de los desperfectos producidos por el temporal del pasado mes de febrero. En concreto, se actuó sobre 280 metros de la senda, utilizando placas de hormigón con un acabado que imita a la madera y que facilitan la conservación y mantenimiento de ese tramo de la senda, que hasta ahora era de madera.

Las obras tuvieron una inversión de 65.000 euros y finalizaron a principios de este mes de junio. La subdelegada del Gobierno destacó la importancia de esta reparación, ya que "es un paseo muy transitado y que pone en valor el paisaje de A Guarda, en esta zona en la que confluyen el mar y la montaña".

Este paseo que une el núcleo urbano de A Guarda con la playa de Camposancos fue construido en el año 2010, con un presupuesto de algo más de 2,1 millones de euros. Son 3.600 metros en los que se ha recuperado el tránsito en grandes tramos de costa que eran inaccesibles.

La senda comienza en la zona urbana de A Guarda y transcurre paralela al vial urbano. En este lugar se realizó un paseo con una sección compuesta por una acera de 4,5 metros de anchura, una calzada de doble dirección de circulación con firme flexible y un carril peatonal de 3,50 metros de ancho. Esta tipología se mantiene hasta la rotonda, situada aproximadamente a 350 metros. Desde este punto y a lo largo de 813 metros desaparece la acera, manteniéndose la calzada con una sola dirección de circulación, carril bici y el carril peatonal de dos metros de ancho.

Al final de este primer tramo se construyó una isleta de regulación del tráfico y a partir de ella la sección del paseo está formada por un carril para bicis y un vial para peatones de 2,50 metros. A continuación y durante los siguientes 1.800 metros el paseo peatonal se transforma en una pasarela de uso exclusivamente para caminantes de 2,50 metros de anchura.