El siguiente reto de María Iglesias tras la implantación de la carga lateral es la reubicación de los contenedores que dan servicio al casco histórico. En la actualidad se acumulan Carabela Pinta, Santa Liberata y el puerto pesquero, tres puntos críticos para su departamento, especialmente en verano, por los malos olores y la suciedad que se concentra ante el volumen de residuos que se genera por el aumento de población y la actividad de los restaurantes. La edil insiste en que la mayor capacidad de los nuevos contribuirá a reducir las molestias y el impacto visual, pero igualmente revisará los lugares de depósito de basuras en consenso con vecinos y empresarios.