La Cofradía de Baiona vivirá mañana jueves una jornada decisiva en pleno conflicto por la explotación del percebe. La xunta xeral se reunirá a las 17.00 horas para determinar si da luz verde o no a la convocatoria de elecciones anticipadas, promovida por la mayoría de los percebeiros con la intención de desbancar a la patrona mayor, Susana González, tan solo dos años después de que accediese al cargo, a medio mandato.

El sector crítico presentó la pasada semana un escrito acompañado de 169 firmas, en el que reclamaba el adelanto electoral y aludía a la "pérdida de confianza" en el actual equipo directivo. El pósito tenía un plazo de siete días para celebrar la xunta xeral necesaria para abrir el proceso electoral o no.

Todo dependerá del resultado de un informe que una funcionaria de la Cofradía elabora sobre la veracidad de las rúbricas presentadas. Si el análisis revela que son correctas, los miembros de la xunta xeral deberán disolver los órganos de gobierno y convocar las votaciones, tal y como marca la normativa. Si no es así, el proceso podría quedar desechado.

Ambas partes esperan el veredicto de la verificación de las rúbricas tras semanas de enfrentamientos por la reciente aplicación de la normativa que impide a los percebeiros a flote faenar por tierra y a los de a pie trabajar desde el mar y que, además, prohíbe a todos los mariscadores nadar para acceder a las rocas.

Una ley que se ha incumplido durante años y que ahora la Cofradía trata de hacer respetar, con el respaldo de la Consellería do Mar, para frenar la sobreexplotación de la especie, según ha explicado en diversas ocasiones la patrona. El argumento no es válido para la mayoría de los percebeiros, que aseguran que existen reservas suficientes de percebe en la costa miñorana. Afirman que prohibir al sector a flote mariscar por tierra y nadar arruinará a más de 50 familias, dado que las condiciones meteorológicas les impiden faenar la mayor parte de las jornadas durante el invierno.