La campaña "Por un Vitrasa más accesible para tod@s" que emprendieron estudiantes de Integración Social del IES de Chapela en apoyo a su compañero Carlos Álvarez, con movilidad reducida y usuario del transporte público, ha tenido una rápida respuesta por parte de la concesionaria viguesa. El propio afectado pudo subir ayer con normalidad a un autobús de la línea C3 (Bouzas-A Encarnación) cuya rampa adaptada funcionó sin problemas.
Vitrasa remitió un comunicado al respecto de las quejas públicas expresadas por Carlos Álvarez, que la empresa señala como "recibidas la semana pasada". Anuncia que se pondrá en contacto por teléfono con la persona afectada "para tratar de buscar una solución".
La concesionaria del transporte vigués asegura que "las rampas de los autobuses de la línea C3 están funcionando correctamente en un 98%", y añade que "el 90 por ciento de la flota de Vigo está equipada con rampas adaptadas a personas con movilidad reducida". Explica Vitrasa que "el funcionamiento de las rampas se revisa de forma exhaustiva en su jornada de mantenimiento, todos los fines de semana". Admite no obstante que en los vehículos más antiguos el sistema sufre "incidencias" que no ocurren con la misma frecuencia en los últimos 35 autobuses incorporados a la flota desde el año 2011.
La empresa del grupo Avanza "dispone también de un servicio específico para las personas con movilidad reducida que funciona como un taxi a domicilio para atender necesidades espaciales".
Según explica Vitrasa, "siempre que se tiene constancia de que un usuario con movilidad reducida emplea el servicio de forma habitual con los mismos horarios y recorrido, se dispone de un vehículo para garantizar que se pueda desplazar en silla de ruedas".
Frente a ello, Carlos y quienes le apoyan advierten de la insuficiencia del servicio ya que "todos los buses deberían estar adaptados" de manera que las personas puedan usar la rampa cuando la necesiten.
En casos como el denunciado, Vitrasa se compromete a buscar "una solución específica para el usuario".
