Redondela tratará de evitar nuevos desbordamientos del río Maceiras con el dragado del tramo urbano del Salgueiral. Esta será una de las actuaciones que pondrá en marcha Augas de Galicia para prevenir situaciones como las acontecidas los pasados días 12 y 13, donde la crecida del cauce anegó decenas de bajos de casas, garajes y establecimientos comerciales en el barrio de Vilavella, causando importantes daños materiales.

El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, se desplazó ayer a la villa de los viaductos para conocer -acompañado por el alcalde Javier Bas- las consecuencias de las riadas, y reiteró el ofrecimiento de apoyo y colaboración por parte de la administración autonómica. En este sentido, señaló que el personal dependiente del departamento autonómico está limpiando desde la semana pasada los materiales arrastrados en distintos puntos del río. Además mostró su disposición a analizar otras soluciones y proyectar nuevas actuaciones que tengan como objetivo paliar los efectos de los episodios de lluvia intensa, entre los que citó el dragado en la zona urbana, para lo que necesitan la autorización de la Dirección Xeral de Costas, y la limpieza del cauce, sobre todo en los puentes y otros obstáculos a lo largo del curso fluvial.

Pese a todo, el director de Augas de Galicia matizó que el riesgo de nuevos desbordamientos siempre estará presente, ya que Redondela está situada en una zona inundable y el río ha sufrido en sus últimos años las consecuencias de una fuerte presión urbanística, "por lo que los estudios de los técnicos se dirigen a prevenir estas situaciones y mitigar los posibles efectos, pero siempre teniendo en cuenta que la eliminación total del riesgo no es posible", apuntó.

En este sentido destacó que el gobierno gallego cuenta con un Plan de Xestión de Risco de Inundacións en la demarcación Galicia-Costa, una hoja de ruta que se extenderá hasta el año 2021 y en la que se incluye a Redondela como zona inundable.

El objetivo de este documento es lograr una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para disminuir el riesgo de las inundaciones y reducir sus consecuencias negativas, especialmente en aquellas áreas identificadas con mayor riesgo.

Durante su visita, Roberto Rodríguez recorrió el barrio de Salgueiral, la zona arrasada por una riada en Santo Estevo de Negros y el paseo fluvial del Maceiras, que quedó destrozado por la crecida. El alcalde redondelano, Javier Bas, señaló que van a exigir la retirada del vertedero que causó una balsa de agua en Negros y cuya rotura provocó una avalancha, además de solicitar a las distintas administraciones colaboración para reparar la senda fluvial, en el que se buscan alternativas para reforzar los puntos más vulnerables a las crecidas.