La Comunidad de Montes de Cabeiro asegura que la tala de pinos que realizan en los últimos días en una extensión de unas ocho hectáreas en Monte Penide son en terrenos de su propiedad, y no de San Vicente de Trasmañó, como denunció el presidente de los comuneros de la parroquia vecina.

El secretario del colectivo comunal de Cabeiro, Amante Romero, destaca además que la actuación cuenta con los correspondientes permisos de la Consellería de Medio Rural y también de Patrimonio Cultural, ya que la zona de la corta de madera se encuentra próxima a yacimientos arqueológicos."Cabeiro, como hace años atrás, hizo varias talas de pinos en este terreno y también cuidó el monte, ya que es de nuestra propiedad", afirma Romero.

El portavoz de los comuneros de Cabeiro rebate las acusaciones del presidente de la comunidad de Trasmañó, Fernando Magdalena, que denunció que el pasado mes de noviembre los vecinos de la parroquia vecina les obligaron a interrumpir una tala para la que disponían de permiso de Medio Rural por un conflicto de límites. Romero explica que los vecinos se interpusieron en el camino de las máquinas para impedir los trabajos "porque se trataba de un terreno de nuestra propiedad", puntualiza. En este sentido señala que "la comunidad de montes de Cabeiro tiene una extensión de 145 hectáreas como consta en los documentos que tiene el forestal y la Xunta", y acusa a sus vecinos de Trasmañó de pretender apoderarse de 45 hectáreas de monte de Cabeiro.

Para evitar estos problemas de lindes, afirma que con la anterior directiva de Trasmañó "se acordó colocar unos postes más altos al lado de los históricos para su mayor visibilidad y evitar confusiones, siendo estas las extremas que se usaron toda la vida", recalca.

El secretario de Cabeiro acusa al dirigente actual de Trasmañó de no respetar este acuerdo, por lo que está generando un conflicto entre las dos parroquias. "Se niega a escuchar a los mayores y reconocer que las extremas son por donde son y no por donde él pretende", y lamenta que esta actitud les está obligando a gastar en abogados el dinero que genera el monte.